No has visto minimotos más especiales y flipantes, series limitadas que ahora cuestan una fortuna, así comienza la fascinante historia de las NMR. Estas diminutas máquinas de alta gama han conquistado a los amantes de las dos ruedas con su diseño innovador y prestaciones únicas. Detrás de cada NMR se esconde un proceso meticuloso de fabricación y personalización, lo que las convierte en verdaderas joyas sobre ruedas. Desde sus inicios, estas minimotos han sido codiciadas por coleccionistas y entusiastas de la velocidad, alcanzando precios inimaginables en el mercado actual. El exclusivo club de propietarios de las NMR se enorgullece de poseer piezas únicas que combinan tecnología de vanguardia con un estilo inconfundible. ¡Descubre cómo estas increíbles máquinas se han convertido en piezas de colección codiciadas por todo el mundo!
Descubre la historia de las NMR, las minimotos más exclusivas y caras del mercado
Las minimotos, ya de por sí toda una locura, han sido llevadas a otro nivel de exclusividad y lujo por la firma NMR, una empresa japonesa que se ha especializado en modificar estas pequeñas joyas sobre ruedas para convertirlas en algo aún más especial y único. Todo comenzó con las famosas Honda Monkey, que vieron la luz en 1967 y que hoy en día siguen comercializándose, aunque han evolucionado considerablemente desde sus inicios.
En 1987, Honda lanzó la Monkey R, una versión más deportiva y asfáltica que marcó un antes y un después en la historia de estas minimotos. Fue entonces cuando surgió la idea de crear una empresa dedicada a preparar las Honda Monkey como si fueran auténticas motos de competición, naciendo así New Monkey Racing en Japón.
Esta empresa se dedicó a fabricar kits de piezas que se adaptaban a las Monkey R, ofreciendo la posibilidad de adquirir la moto completa ya montada o bien el kit para que los propietarios pudieran instalarlo en sus propias Monkey R. Los kits eran auténticas obras de arte, réplicas exactas de motos de competición de la categoría de 500cc del Mundial de Motociclismo, como las Honda NS500, NSR 500, la Suzuki RG 500, la Kawasaki KR500 e incluso la Yamaha YZR500.
Además, se atrevieron a fabricar réplicas de modelos más raros y exclusivos, como la Dome DCF1 de Wacoal y la Bimota DB1, bautizada como Bi-Monkey. Estos kits incluían desde depósitos hasta carenados, faros, colines, suspensiones modificadas y decoraciones réplica de las originales, con todos los detalles y adhesivos de los patrocinadores.
Aunque las NMR estaban equipadas con kits de iluminación, nunca fueron pensadas para circular por las calles, ya que el objetivo principal de la empresa era crear una copa de competición con estas exclusivas minimotos. Sin embargo, una de las réplicas de Suzuki RG500 llegó a ser legalizada y matriculada como ciclomotor en Bélgica, demostrando la calidad y el detalle de estas creaciones.
Conoce las increíbles réplicas de motos de competición que ofrece la firma NMR
En total, se fabricaron solo 50 de estos kits, distribuidos entre los diferentes modelos, lo que ha convertido a estas pequeñas joyas en auténticas piezas de colección. Actualmente, algunas de estas NMR se subastan a precios exorbitantes que pueden alcanzar los 15.000 dólares, demostrando la exclusividad y el valor que han alcanzado en el mercado de las motos de colección y competición.
Si eres un amante de las motos y la exclusividad, las NMR son sin duda una pieza única que no puedes dejar pasar. Su historia, su diseño y su calidad las convierten en auténticas obras de arte sobre dos ruedas, un tributo a las legendarias motos de competición que han marcado época en el mundo del motociclismo.
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