La victoria personal de Laura Aarts, un camino hacia el debut olímpico

La victoria personal de Laura Aarts, un camino hacia el debut olímpico

La joven atleta holandesa Laura Aarts ha logrado una victoria personal en su carrera deportiva, al superar con éxito un intenso programa de entrenamiento que la ha llevado a alcanzar sus objetivos y a estar cada vez más cerca de debutar en los Juegos Olímpicos. Aarts, quien se ha destacado en la disciplina de atletismo de velocidad, ha demostrado una fuerte determinación y perseverancia en su camino hacia la cima del deporte. En este artículo, exploraremos el trayecto que ha llevado a Laura Aarts a esta victoria personal y cómo ha preparado el terreno para su posible debut en la máxima competición deportiva internacional.

La victoria personal de Laura Aarts: un camino hacia el debut olímpico

Campeona del mundo en 2023, plata mundial en 2015 y bronce universal en 2022. Campeona de Europa en 2018 y en 2024. Pero con una cuenta pendiente para coronar su brillante trayectoria.

Me siento feliz y emocionada de poder disputar unos Juegos Olímpicos por primera vez, cuenta Laura Aarts, portera de una selección neerlandesa que es gran candidata a las medallas en París, lista para vivir, a sus veintisiete años, una nueva experiencia: la de su estreno olímpico.

No lo dice una debutante cualquiera. Laura Aarts ya había tenido que renunciar a su sueño olímpico en dos ocasiones: en Río 2016, porque su selección no logró la clasificación, y en Tokio 2021, porque sus circunstancias personales eran muy distintas a las de ahora.

Un parón necesario

En Tokio 2021, Aarts había decidido dejar el waterpolo. No me arrepiento de haber renunciado a Tokio. Estaba ocupada por entonces, estudiando y trabajando. Mi vida era diferente y no me preocupaban realmente los Juegos, explica.

Por entonces era feliz con lo que hacía y estaba contenta con mi decisión porque necesitaba ese parón. Estaba cansada del waterpolo, reflexiona Laura Aarts. Es que estaba cansada. La vida de la jugadora profesional es dura. Te estás llevando al límite continuamente y tu cuerpo no es lo único que se cansa.

Un regreso esperado

El parón fue total para ella. Su carrera deportiva, por muy brillante que estuviera siendo, no le hacía feliz en aquel momento, ni con su selección ni con su club, el Dunaujvaros húngaro.

Pero el seleccionador Arno Havenga salió de la selección neerlandesa tras no lograr el objetivo en Tokio. Su segundo Evangelos Doudesis asumió el cargo con las ideas muy claras. Una de las más importantes la supo de primera mano aquella feliz exjugadora de waterpolo que simplemente practicaba su deporte a nivel de entretenimiento.

No sé las razones por las que lo hizo, pero el nuevo seleccionador me llamó y fue muy claro conmigo, explica Aarts. Me lo dijo directamente: 'Laura, te quiero en el equipo nacional'. Eso fue determinante, porque él creía en mí. Confiaba en que era una buena portera, en que podía volver.

El regreso a la élite

Así que, dos años después de su retirada, Laura Aarts le daba vueltas a la cabeza. Llegó a una conclusión: intentar ver cómo se sentía jugando.

Unos dos meses después de que el seleccionador hablara conmigo, me di cuenta de que quería ir entrenando poco a poco, de que quizá quería darme la oportunidad de jugar en la Liga. Antes de esa conversación, yo ni me lo planteaba, explica.

A finales del 2021, más de dos años después de su retirada, Aarts volvía a entrenar con la selección neerlandesa. Meses después, volvía a ser jugadora del Dunaujvaros.

Simplemente encontré de vuelta ese amor por el waterpolo. Por entrenar, básicamente, porque por jugar nunca lo perdí, explica Laura Aarts.

El objetivo olímpico

Y ahora, años después, tras reencontrarse consigo misma, Laura Aarts está preparada para buscar la 'Triple Corona': campeona del mundo y doble campeona de Europa, lo que sí parece seguro es que su brillante trayectoria será también, al fin, olímpica.

Me di cuenta de que quería ir entrenando poco a poco. Encontré de vuelta ese amor por el waterpolo. Ahora estoy feliz de jugar y de tener la oportunidad de ir a unos Juegos. Es más importante sentirme feliz que ganar medallas, resume.

A los 24 años (su edad de cara a Tokio 2020) yo sentía que no era feliz y que si ganaba una medalla de oro en los Juegos Olímpicos tampoco lo iba a ser. No era feliz durante el proceso. Ahora sí lo soy y espero poder conseguir ese objetivo, avisa Laura Aarts.