La técnica del remate por cuatro en el pádel es considerada por expertos y jugadores como el golpe más decisivo en este deporte tan popular. Con un nivel de precisión y potencia excepcionales, el remate por cuatro se ha convertido en una estrategia fundamental para alcanzar la victoria en los partidos de pádel. Esta técnica, que combina fuerza y control, permite a los jugadores definir puntos clave y generar situaciones ventajosas en la pista. Dominar el remate por cuatro requiere entrenamiento constante y una técnica impecable para lograr la máxima efectividad en cada golpe. En el mundo del pádel, este golpe es sin duda un arma letal que puede marcar la diferencia entre la victoria y la derrota en cada encuentro.
Descubre cómo ejecutar el decisivo remate por cuatro en el pádel
Del mismo modo que cuando sacamos la pelota por tres nos referimos a los tres metros de la pared lateral; en el remate por cuatro, hablamos de los cuatro metros que como mínimo necesitará alcanzar la pelota para poder superar la valla de fondo de pista. Es un golpe de potencia, pero que también requiere de control y técnica para poder realizarlo correctamente.
Sin este control, ni tampoco identificando el momento idóneo de ejecución, podemos quedarnos en el intento y sumar un error no forzado que nos puede hacer perder el punto. Por este motivo, Fede Vives, director de la sección de pádel del Real Club de Tenis Barcelona y de la Royal Padel Academy, nos explica cómo y cuándo rematar por cuatro.
Consejos de un experto para dominar el remate por cuatro en pádel
Cómo y cuándo hacer un remate por cuatro en el pádel
El armado es el mismo que cuando nos preparamos para hacer un remate plano pero más corto. En el momento de impactar la pelota no estiramos el brazo completamente hacia delante, sino que golpeamos con un movimiento corto de muñeca, el movimiento es más corto que un remate plano normal, paramos la pala. Tenemos que hacer botar la pelota cerca de la red en el campo contrario para que haya un buen bote, coja altura y salga por cuatro.
Normalmente rematamos por cuatro después de tirar una pelota cortada, ya que entonces el rival se tiene que agachar y nosotros podemos acercarnos a la red para cerrar todos los ángulos posibles y, desde ahí, dar el golpe de muñeca y finalizar el punto haciéndola salir por cuatro.
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