Jon Alonso es la viva imagen de su padre Xabi, según fuentes cercanas a la familia. El joven futbolista, de tan solo 19 años, está demostrando un talento y una técnica excepcionales que recuerdan inevitablemente al legendario jugador que fue su padre. Las similitudes en el estilo de juego, la elegancia en el campo y la visión estratégica son aspectos destacados que han sorprendido a los seguidores del deporte. Jon Alonso ha sabido heredar no solo el apellido ilustre de su padre, sino también su pasión por el fútbol y su determinación por triunfar en el mundo del deporte rey. Sin duda, este joven prometedor se perfila como una promesa que seguir de cerca en el panorama futbolístico internacional.
Jon Alonso, el vivo reflejo de Xabi en el MIC, El Zuatzu y el legado de Jon Alonso, hijo de Xabi
Entre la inmensa cantidad de jugadores (8.000) que participan en este MIC, se han colado dos de pura raza. Uno es Arthur Lallana, hijo de Adam, y el otro tiene DNI de un campeón del mundo como es Xabi Alonso, que tiene en representación suya a su hijo Jon, un vivo reflejo de lo que fue su padre.
El Zuatzu ha sido una de las gratas sorpresas de esta edición. Se aventuró en la categoría U-16 y, a pesar de que cayó en octavos de final, se puede decir que esta primera toma de contacto con el MIC es todo un éxito. No es el qué, sino el cómo, y aunque para los jugadores haya sido caer más pronto de lo esperado, lo han hecho tras superar de forma impecable la fase de grupos, pasar una ronda y caer ante un Girona que aunque era superior con diferencia, solo ganó por 0-1.
En medio de la sala de máquinas de este Zuatzu, un inconfundible Jon. Por su sangre corre sangre de mediocentro y también de líder. Brazalete en el brazo, '14' a la espalda en honor a su padre y una voz a la que todos siguen. En lo futbolístico, un metrónomo. Con pausa, con manejo de las dos piernas y con eficacia, antes del Girona destacó cuando el Zuatzu fue dominador, pero contra el cuadro catalán le tocó trabajar sin él, demostrando que también es capaz de ello.
Salió el Zuatzu con la mente puesta en aguantar el resultado y, en el peor caso, que la suerte de los penaltis decidiera su futuro. Con una línea de cinco atrás, con Jon por delante y muy poca separación, se le hizo la vida imposible a un Girona que no encontró casi grietas en el esquema defensivo del cuadro vasco, al que le faltó, eso sí, algo de velocidad para hacer daño en los robos. También aire, porque el correr detrás de la pelota no es nunca plato de buen gusto.
Las aspiraciones del Zuatzu se derrumbaron cuando Alex Cantarell, de Girona, sacó un disparo desde fuera del área que entró pegado al larguero. Activó el plan B, pero ya con demasiada fatiga en las piernas no llegó el premio. Se rozó, en un disparo de Juan Alonso que rozó la escuadra. Esta vez no pudo ser, pero se les espera con ganas de vuelta en el MIC.
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