El tenista español Carlos Alcaraz desveló en una reciente entrevista que su participación en un importante partido no estaba confirmada hasta el pasado jueves. En declaraciones exclusivas, Alcaraz reveló que la decisión de si podía jugar o no estaba en el aire hasta poco antes del encuentro. Esta incertidumbre generó expectación entre los seguidores del deportista, quienes aguardaban con ansias conocer su estado de forma y disponibilidad. La noticia ha sorprendido a la comunidad deportiva, ya que Alcaraz es considerado una de las jóvenes promesas del tenis mundial. La revelación de esta situación inesperada añade un nuevo matiz a la trayectoria del tenista, generando interés y especulación en torno a sus futuras participaciones. Sin duda, esta noticia ha despertado la atención de los aficionados y expertos en el mundo del tenis.
Carlos Alcaraz se decide a jugar en Madrid a última hora
Carlos Alcaraz reconoció que hasta última hora no se decidió a saltar a la pista para disputar el Masters 1.000 de Madrid por las dudas que le generaba el estado de su antebrazo derecho, que ante el kazajo Alexander Shevchenko mostró con una protección. El tenista español, ganador de las dos últimas ediciones en la Caja Mágica, se bajó del Masters 1.000 de Montecarlo y del torneo de Barcelona. Llegó a Madrid sin jugar durante veintiocho días.
Alcaraz, confiado en su antebrazo, inicia defensa del título en Madrid
Al final, las sensaciones fueron buenas y salió a la cancha a iniciar la defensa del título logrado en los dos últimos años. El jueves fue el momento que decidí que podía jugar. Venía sin entrenamiento. Cuando entrené para ver si podía jugar en Barcelona, vi que no podía y he estado una semana sin tocar raqueta. Poco a poco me ejercité con más intensidad y cuando jugué set con Daniil Medvedev en un entrenamiento de hora y media vi que podía jugar, dijo Alcaraz en rueda de prensa.
Alcaraz apareció en el encuentro con una protección en el antebrazo. Mi fisioterapeuta me dice que me la ponga y me lo pongo. Confío plenamente en él. Me he sentido muy bien, no he sentido nada aunque ronda en mi cabeza, si me viene o si lo voy a notar o no. Me ha sorprendido a mi mismo el nivel y mi temor era si iba a notar algo o no y no ha pasado, explicó.
Con la bracera ya jugué en Wimbledon y me la quité y cuando vaya bien el brazo me la quitaré también. Nada de superstición, me preocupa notarlo y prefiero jugar relajado, hacia adelante. Antes quería apretar más de la cuenta y lo acusaba. Ahora no pasa, indicó el tenista español, que prefiere ser prudente aún y no marcarse grandes objetivos en Madrid.
Ahora mismo no quiero pensar en ganar el torneo. Voy partido a partido y lo principal es no notarme el antebrazo; a la mínima que note algo es difícil que pueda seguir. Si me siento bien, viene luego el juego, los resultados y ver si gano o no. Quiero seguir horas en pista, horas de competición sin notar molestias, dijo.
Alcaraz se medirá en tercera ronda al brasileño Thiago Seyboth Wild. Tiene menos ránking, pero sé la capacidad que tiene. Es agresivo y ha ganado a gente buena, a Lorenzo Musetti en dos sets, y eso quiere decir el nivel que tiene. Es muy alto y más en tierra. Lo vamos a pelear y ver si se puede mantener el nivel, comentó.
El número tres del mundo mantiene un evidente idilio con Madrid. En tres participaciones, dos títulos. Yo creo que la altura me viene bien. He jugado muchos años, de pequeño. He venido a muchos torneos y la altura a mi estilo de juego se compenetra muy bien. Y la energía del público, de la familia, pero la altura ayuda mi juego, insistió.
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