En el marco de un partido de fútbol entre Rosario Central y su rival, se desató una ola de violencia en las inmediaciones del estadio, que enfrentó a aficionados del equipo local con fuerzas del orden. La situación se tornó caótica cuando los hinchas, enardecidos por la pasión deportiva, comenzaron a lanzar objetos contundentes contra las autoridades, quienes respondieron con gas lacrimógeno y balas de goma. El enfrentamiento, que se prolongó durante varios minutos, dejó un saldo de varios heridos y detenidos, y puso en tela de juicio la seguridad en los eventos deportivos. A continuación, se presentará un análisis detallado de los hechos y las consecuencias de este incidente lamentable.
Violentos disturbios en Rosario: hinchas de Central y policía se enfrentan en un partido de Copa Libertadores
Una nueva jornada de violencia en el fútbol argentino. Esta vez, en el estadio Gigante de Arroyito, donde se disputaba el partido de Copa Libertadores entre Rosario Central y Atlético Mineiro. Los hinchas de Rosario Central y agentes de la policía protagonizaron duros enfrentamientos en las afueras del estadio antes del partido, que terminó con la victoria del equipo brasileño por 0-1.
El encuentro, que se jugó sin público en las tribunas debido a una sanción de la Conmebol por incidentes registrados en el mismo escenario en la primera fecha contra Peñarol, estuvo rodeado de tensión. El autobús que transportaba a la plantilla de Rosario Central, que necesitaba ganar para mantenerse en la zona de clasificación a la fase de los dieciséis mejores, fue saludado por miembros de barras organizadas. Sin embargo, la aglomeración fue interrumpida por la policía montada, que reprimió a los hinchas.
La represión policial
La policía montada, según testigos, reaccionó con severidad contra los hinchas que querían alentar a los jugadores antes del partido. La escena se tornó violenta, con palos, gases lacrimógenos y balas de goma que añadieron tensión a las escenas registradas a lo largo del Parque Alem y la avenida principal que lleva al estadio de la ciudad de Rosario.
Fernando Peverengo, Secretario de Seguridad Deportiva de la Provincia de Santa Fe, respaldó la operación de las autoridades. Afirmó que los fanáticos se pararon delante del autobús y en determinado momento quedaron en riesgo los bienes del cuerpo de seguridad, y por ello creyeron oportuno disolver la manifestación.
El enfrentamiento entre hinchas y policía deja un saldo de heridos y detenidos, y una nueva sombra de violencia sobre el fútbol argentino. La Copa Libertadores, que debería ser un evento de celebración del fútbol sudamericano, se vuelve a manchar con la violencia y la represión.
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