En un partido que se caracterizó por la polémica y la controversia, los árbitros perdonaron a Denver en no menos de tres oportunidades clave, permitiendo que el equipo local se llevara la victoria. Sin embargo, más allá del resultado final, lo que realmente llamó la atención fue la actuación cuestionable de los árbitros, que no lograron justificar sus decisiones en various momentos del partido. La pregunta que sigue en el aire es: ¿fue justa la actuación de los árbitros o simplemente cerraron los ojos ante las faltas cometidas por Denver? En las próximas líneas, analizaremos con detenimiento lo sucedido y buscaremos respuestas a esta pregunta que tiene al mundo del fútbol en vilo.
Árbitros indulgentes: Malone y Murray se escaparon con disciplina
El entrenador de los Denver Nuggets, Michael Malone, estuvo a punto de ganarse la expulsión durante el primer cuarto de la segunda derrota consecutiva de los vigentes campeones a manos de los Minnesota Timberwolves. Sin embargo, sorprendentemente, no recibió ni siquiera una falta técnica a pesar de su estallido de ira.
La situación sucedió con 17-22 en el marcador y 3:21 por disputarse en el primer período. Malone salió escopeteado hacia el árbitro principal del partido, Marc Davis, después de una falta no pitada. Ambos se encararon y elevaron el tono en una secuencia espectacular.
La sorpresa fue que no hubo reparto ni siquiera de faltas técnicas, a pesar de que tanto Malone como Anthony Edwards, del equipo rival, se quejaron notablemente al colegiado. El careo entre entrenador y árbitro no fue sancionado a pesar de la crudeza del mismo.
Por otro lado, Jamal Murray, jugador de los Nuggets, lanzó una compresa de calor durante una jugada viva desde la banda. Aunque los colegiados no se percataron del incidente, las cámaras del pabellón captaron el momento y el perpetrador del acto in fraganti.
Los árbitros no sancionaron a Murray, pero la acción puede obligar a la NBA a entrar de oficio. Dada la peligrosidad de la jugada, una suspensión de un partido no puede descartarse.
Chris Finch, entrenador de Minnesota, explicó: No vi la jugada, los árbitros tampoco, pero intentamos señalar que no habrá muchos aficionados con compresas de calor en el pabellón. Probablemente venía del banquillo, y lo vieron lógico. Agregó que es un hecho inexcusable y peligroso, y aunque fue un error y descuido de los árbitros, esto no puede permitirse.
En la revisión pospartido, Marc Davis se refirió a los dos incidentes y comentó que la sanción para Murray hubiera sido una falta técnica, ya que la expulsión solo se daría de haber determinado intencionalidad en el lanzamiento del elemento sobre la pista. Sobre Malone, el árbitro aseguró que estaba visiblemente enfadado, pero que no dijo nada antideportivo para ganarse la técnica.
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