Tomamos parte en la Mediterranean Epic Gran Fondo, un desafío cicloturista épico. El pasado fin de semana, un grupo de valientes ciclistas se enfrentaron a uno de los desafíos más exigentes del circuito, la Mediterranean Epic Gran Fondo. Este evento reunió a cicloturistas de todo el mundo en un recorrido que desafió sus límites físicos y mentales. Con un paisaje impresionante y un terreno variado, los participantes tuvieron que superar montañas, valles y senderos sinuosos para completar la travesía. La epicidad de la experiencia dejó a todos los participantes con un sentimiento de logro y satisfacción, demostrando una vez más la pasión y dedicación que los amantes del ciclismo tienen por este deporte.
Exitosa cuarta edición de la Mediterranean Epic Gran Fondo en Oropesa del Mar
El sello Mediterranean Epic se ha consolidado como una garantía de éxito organizativo, reclamo para los participantes y una prueba de dureza física extrema. Si la prueba de Mountain Bike por etapas es una referencia entre bikers al principio de temporada, la versión Gran Fondo se ha convertido en una cita imprescindible para los cicloturistas que buscan un desafío en el que superar sus límites.
Cicloturistas de nacionalidades desafían sus límites en la Mediterranean Epic
De este modo, este fin de semana se ha celebrado la cuarta edición de la Mediterranean Epic Gran Fondo, congregando a 3.200 participantes procedentes de 14 nacionalidades en el punto de salida, a las 7:30 de la mañana, ubicado en Oropesa del Mar.
Recorridos épicos y emocionantes en la Mediterranean Epic Gran Fondo
Como es habitual, la organización proponía tres distancias con el objetivo de que cada participante pudiera adaptar el reto a su estado de forma. Una versión de 110 km, una alternativa de medio fondo de 160 km y, el gran desafío, el recorrido gran fondo de 206 km.
Antes de dar comienzo a la ruta, se procedió al protocolario acto de corte de la cinta de salida, presidido por figuras políticas locales como el diputado de Deportes, la alcaldesa de Oropesa y la concejala de deportes. Además, también estuvo presente el embajador de la marcha, Perico Delgado.
En el ecuador de la marcha arranca el coloso del día, el puerto de Benafigos o Coll del Vidre. Una subida de más de 16 km con rampas que alcanzan el 12%, con rachas de viento que comenzaban a azotar el pedaleo.
El más corto, pero también el más duro, fue el último puerto, La Bandereta, con pendientes sostenidas por encima del 15%. Cruzamos la meta con la adrenalina disparada, satisfechos y orgullosos de haber completado un desafío que hace justicia al término Épico.
En el village, la organización nos obsequia con una fiesta a la altura de su marcha cicloturista, poniendo el broche de oro a una jornada inolvidable.
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