En la actualidad, un nuevo estudio científico revela que el aburrimiento no es simplemente una sensación molesta a evitar, sino más bien una experiencia crucial para el funcionamiento óptimo del cerebro. Según los hallazgos, el aburrimiento puede desencadenar la creatividad, fomentar la reflexión profunda y promover la autodescubrimiento. Los momentos de aburrimiento permiten que la mente divague y explore nuevas ideas, lo que a su vez mejora la capacidad de concentración y la resolución de problemas. Esta investigación desafía la percepción común de que el aburrimiento es algo negativo, demostrando su valor como un estado mental que impulsa el desarrollo cognitivo y emocional.
El aburrimiento, un aliado para la creatividad y la flexibilidad cognitiva, según la ciencia
Todas las personas han experimentado esa sensación de aburrimiento que toma total protagonismo en cualquier ocasión. Por lo general, este sentimiento desagradable se caracteriza por una sensación de quietud y ausencia de interés. Además, suele aparecer cuando se vive una situación insatisfactoria y monótona, y está vinculado a un estado emocional negativo.
El aburrimiento se produce en todas las culturas y a cualquier edad. De hecho, está comprobado que los bebés también se aburren y está bien porque esto es necesario para su aprendizaje. Según explican los expertos, el aburrimiento es una señal que indica haber pasado demasiado tiempo en un mismo estímulo y es una invitación a uno completamente nuevo.
Por lo tanto, es una alerta que avisa que la tarea que se está llevando a cabo no es estimulante y que se debe buscar otras metas más atractivas. Sin embargo, una de las preguntas más frecuentes es qué pasa en nuestro cuerpo cuando nos aburrimos. Pues bien, los especialistas señalan que disminuye el estado de excitación nerviosa y aparece el letargo, lo que produce un aumento de niveles de cortisol, conocida como hormona del estrés que genera desagrado y malestar.
Además, cuando nos aburrimos se activa la red neuronal o “estado en reposo” en el cerebro, la cual aparece cuando no prestamos atención y es la encargada de hacernos recordar experiencias y aprendizajes del pasado junto a planes del futuro. El aburrimiento provoca sueño porque se activa el núcleo accumbens, que está relacionado al placer y la motivación, ante la ausencia de estímulos motivadores.
Por lo tanto, el nivel de aburrimiento que se experimente según la situación ayudará a modificar nuestro estado cerebral como también nuestro comportamiento ante este sentimiento. Asimismo, experimentar este estado se vuelve más que necesario para lograr que el cerebro se vuelva más tolerante, creativo, resolutivo y flexible cognitivamente. Y contribuye a encontrar la iniciativa para buscar nuevas metas, estímulos diferentes, pensar en otras experiencias o actividades que aportarán un mayor significado a nuestra vida.
En definitiva, aburrirnos debe verse como una oportunidad necesaria para el desarrollo cognitivo de las personas y no como algo malo que se debe evitar.
Descubre por qué el aburrimiento es esencial para el cerebro y el aprendizaje
Por qué se aburren las personas
Esto último sucede muchas veces en la infancia cuando los padres, principalmente en la sociedad actual, buscan maneras de entretener todo el tiempo a sus hijos a través de dispositivos móviles y accesorios de entretenimiento que afectan este proceso esencial porque los ayuda a encontrar su lado creativo e innovador, aumentar su estimulación y lograr un buen desarrollo.
Por lo tanto, que los niños sientan aburrimiento o vivan situaciones donde pasen mucho tiempo con un mismo estímulo es un proceso clave para su aprendizaje y creatividad. Lo mismo sucede con los adultos ya que la sobrecarga sensorial de la vida moderna y la gran oferta de ocio y entretenimiento evita el sentimiento de aburrimiento y, a su vez, provoca que no se produzca el escenario ideal para lograr una mentalidad más ingeniosa, pensante y resolutiva.
Por esta razón, la ausencia de acción es beneficiosa porque provoca aburrimiento y promueve la introspección, algo necesario para saber qué es lo que nos llama la atención o qué estímulos nos resultan interesantes.
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