La rivalidad eterna: Uruguay y Brasil, una historia de pasión y deporte que se remonta al siglo XIX

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La rivalidad eterna: Uruguay y Brasil, una historia de pasión y deporte que se remonta al siglo XIX

La rivalidad entre Uruguay y Brasil es uno de los capítulos más apasionantes de la historia del fútbol sudamericano. Con un legado que se remonta al siglo XIX, esta disputa entre dos de los equipos más laureados del continente ha generado una tensión y un entusiasmo que trascienden las fronteras de los estadios y se convierten en una verdadera guerra de pasiones. En este artículo, nos sumergiremos en la historia detrás de esta rivalidad eterna, explorando los momentos más destacados y las figuras más emblemáticas que han forjado esta legendaria disputa.

La rivalidad eterna: Uruguay y Brasil, un duelo de pasión y deporte que dura siglos

Hace más de 100 años, en 1916 en Buenos Aires, se jugó el primer 'Sudamericano' (como se llamaba en aquella época). Y ya estaban frente a frente, Uruguay y Brasil, en el marco de un cuadrangular en el que también participó Argentina y Chile. Y el campeón fue … Uruguay.

Desde el fondo de la historia la celeste y la 'canarinha' han alimentado una rivalidad sin par. Al punto tal, que uno cambió la historia del otro.

La final del Mundial de Maracaná 1950: una derrota que cambió la historia de Brasil

La final del Mundial de Maracaná 1950: una derrota que cambió la historia de Brasil

La final del Mundial de Maracaná 1950 resultó seguramente la mayor derrota del fútbol brasileño, pues en su casa, cuando le servía el empate en el último partido, y luego de ir en ventaja 1-0 en el segundo tiempo, la derrota 2-1 con goles de Schiaffino y Ghiggia les quitó la Copa ante 200.000 hinchas. La celeste con Obdulio Varela como capitán produjo la inmensa sorpresa que dejó atónito a todo Brasil.

Pero aquella derrota cambió la historia de Brasil. Pele contó más de una vez que en su tierra natal de Tres Corazoes, en pleno estado de Minas Gerais, escuchó por radio junto a su padre aquella final, con solo 9 años. Y al ver llorar a su “pai”, juró que sería campeón del Mundo, logro que obtuvo con 17 años, en Suecia 1958.

La 'canarinha' nace de la derrota

Pero la historia recoge otro hecho clave. Brasil jugó con casaca blanca en su cuatro primeros mundiales, desde 1930 hasta 1950. El Maracanazo enterró la blanca, y generó la necesidad de una nueva casaca. Se llamó a un concurso público, que ganó Aldyr Garcìa Schlee, un dibujante que vivía en el Sur, muy cerca de la frontera con Uruguay. Por tal motivo, “yo por cercanía y por conocimiento del fútbol uruguayo más que del brasileño, hinchaba por Uruguay siendo brasileño en 1950 “.

Aldyr imaginó la casaca verdeamarelha, la famosa “canarinha”, con la que Brasil inició el ciclo triunfal de tres Copas del Mundo en 1958, 1962 y 1970. La blanca fue enterrada después de las lágrimas colectivas del 50, y un nuevo diseño que acompañó los cinco Mundiales obtenidos en total.

La leyenda del Maracanazo

Pero hay más. Soy un convencido que la leyenda del Maracanazo fue construida en mayor medida por los brasileños que por los propios uruguayos. Fueron los derrotados, con la herida a flor de piel pero también con la capacidad de renacer después de aquel 2-1, que cada 16 de julio recordaban lo de 1950. Fueron los derrotados, con la fuerza de 200 millones de habitantes y su gloria posterior, que hicieron más intenso todo lo del Maracanazo.

Con un solo ejemplo lo voy a graficar, porque aún lo tengo en las retinas y me sigue asombrando. En el Estadio de Pacaembù, en San Pablo, está el Museo del Fùtbol Brasileño. Se recuerda a Pele, a Garrincha, a Ronaldo, a Romario, a todos los cracks de todos los tiempos de aquella tierra. Se recuerdan las cinco Copas ganadas, se recuerda todo lo obtenido.

Pero en medio del recorrido, y con pasaje obligatorio porque sino no se puede continuar por el Museo, hay una habitación, pequeña, más bien oscura, con un lienzo de techo a pared, en el que un video de poco más de un minuto se repite en forma ininterrumpida, de forma tal que cada brasileño que concurre al Museo, está obligado a verlo.

El video es sobre la final de 1950. Y dice algo así: “ Gol de Brasil, la Copa era nuestra. Gol de Uruguay, la Copa ancora era nuestra. Pero- Gol de Uruguay …”, y un silencio atronador corona el video, que vuelve a repetirse una y otra vez durante todo el día.

La rivalidad sigue viva

Uruguay y Brasil se han encontrado muchas más veces. En Mèxico 1970, la victoria fue norteña, en la semifinal en Guadalajara. En 1983, Uruguay empató en Salvador de visita, y se quedó con la Copa Amèrica. En 1989, un 16 de julio, en Maracaná, ganó Brasil y fue Campeón de América. En 1995, en Montevideo, por penales, ganó Uruguay la final. En 1999, en Asunción, el triunfo fue de la “canarinha”. Y tantas veces más…

El último choque fue en Montevideo en octubre por Clasificatorias Sudamericanas. Allí venció la celeste, quebrando un largo invicto del rival.

Poco importa que de un lado esté una nación con más de 200 millones de habitantes, y del otro, un pequeño país que no logra pasar de los tres millones y medio de habitantes. Uruguay y Brasil es un clásico del fútbol mundial. Desde siempre. Y ahora tendrá otro capítulo en Las Vegas.

Juan Hernández

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