El Benfica celebra un impresionante triunfo ante un decepcionante Atlético

El Benfica celebra un impresionante triunfo ante un decepcionante Atlético

En un partido que prometía emocionar a los aficionados, el Benfica se impuso con autoridad al Atlético de Madrid en el encuentro disputado en el Estádio da Luz. El equipo portugués demostró una gran solidez defensiva y una efectividad letal en el ataque, lo que le permitió llevarse un triunfo impresionante por un marcador de 3-0. Por otro lado, el Atlético no pudo encontrar su ritmo y se vio superado en todos los frentes, lo que sumó a su decepción en una temporada que no ha sido la esperada. Con este resultado, el Benfica se coloca en una posición ventajosa en la tabla, mientras que el Atlético se ve obligado a replantearse sus estrategias.

Triunfo Rotundo del Benfica ante un Atlético Débil y Desorganizado

El Atlético de Madrid cayó con contundencia y de forma merecida (4-0) en Da Luz ante un Benfica muy superior que bailó a los colchoneros. Di María (36 años) y su tropa pasaron por encima del cuadro rojiblanco, sin fútbol, sin garra. sin nada. Vergonzoso.

Sin Le Normand, Simeone recuperó el 5-3-2 con Llorente y Lino en bandas y Koke junto a De Paul en la medular. Correa, Griezmann y Julián quedaron para el ataque. Salió mandó el Atlético, teniendo el balón en campo rival, pero con la primera amenaza del Benfica, se diluyó. Diez minutos duró. Fue un engaño.

Una doble oportunidad de Pavlidis metió el miedo en el cuerpo a los colchoneros, entre los que comenzó a reinar la imprecisión. Mención especial para Koke, Griezmann y De Paul. No daban una, sobre todo el argentino que, eso sí, las pedía todas. Asumía la responsabilidad de crear, pero la inmensa mayoría de pases iban al contrario o salían por línea de fondo.

El caso es que el Benfica vivía relativamente cómodo en defensa y salía con mucho peligro en ataque, con la confianza que daba verse por delante en el marcador. Porque antes (y después) del carrusel de imprecisiones del Atlético, Aktükoglu había puesto el 1-0. Reinildo la sacó mal desde atrás y Koke no controló un balón que le cayó a Aursnes, que habilitó al turco para que batiera a Oblak en su salida por debajo de las piernas.

Por si fuera poco, Llorente sólo duró media hora en el campo. Lesión muscular en una carrera. Entró Molina en su lugar. El único peligro rojiblanco venía por la izquierda, donde Lino parecía haber recuperado algo de chispa. Precisamente suya fue la única ocasión del Atleti en el primer acto. Y sin querer, porque era un centro que acabó pegando en el larguero.

Con esto se resumen los primeros 45 minutos de los del Cholo en Da Luz. Otra vez flojos. Como de costumbre lejos del Metropolitano. Y pudo ser peor, porque en la última acción, el Benfica sacó rápido de banda, sorprendiendo a los colchoneros, que debían pensar en el vestuario. La acción acabo con Pavlidis rematando cruzado. Tocó palo ligeramente.

Párrafos antes mencionábamos a Koke, Griezmann y De Paul como los más desacertados, y Simeone también debió pensarlo porque dejó a los tres fuera para la segunda mitad. Entraron Sorloth, Gallagher y Javi Serrano, que debutaba este curso. Y también hubo modificación de sistema: 4-4-2.

No dio tiempo a ver qué tal sentaba tanto cambio porque tras intervención del VAR, Gozubuyuk pitó un penalti. Después de Giménez la regalara, Pavlidis se internó y en un mar de piernas, se apreció un ligero pisotón de Gallagher. El griego ya no tenía el balón controlado, pero fue lo mismo. La pena máxima la transformó Di Maria engañando a Oblak.

A continuación, el argentino tuvo la sentencia en un mano a mano en una fulgurante contra. Lo evitó el meta esloveno. El Atlético se desangraba. Simeone lo dio por perdido en el 60'.

Y llegó el tercero. En un córner Bah, sin saltar, cabeceó a la red sin oposición ante una defensa de alevines. Fiesta en Da Luz, funeral en los 2.000 atléticos desplazados. E impotencia en el banquillo.

Por cierto, que ya no estaba Di Maria en el campo. Se marchó ovacionado. Qué menos. Con 36 años sigue marcando diferencias el argentino.

Lo mejor para el Atlético es que llegase el final para que la sangría no fuera mayor, porque el Benfica seguía con colmillo y su público le pedía más entre ‘olés’. Y dicho y hecho. Otra contra. Otro penalti. Otro gol. 4-0. Los portugueses bailaban a un Atlético lamentable.