En un contexto donde la transición energética y la movilidad sostenible se han convertido en temas prioritarios en la agenda política y económica de Europa, la noticia de que dos emblemas españoles de vehículos eléctricos han decidido cerrar filas ha generado un gran impacto en el sector. La realidad es que, pese a los esfuerzos por impulsar la adopción de vehículos eléctricos, la movilidad sostenible en Europa no logra despegar. El cierre de estas dos empresas españolas de vehículos eléctricos es un síntoma más de la falta de apoyo y la inestabilidad regulatoria que enfrenta el sector en la región. En este artículo, analizaremos las causas y consecuencias de esta situación y exploraremos las posibles soluciones para impulsar la movilidad sostenible en Europa.
La movilidad eléctrica se desploma en Europa: Dos emblemas españoles de vehículos eléctricos cierran filas
La movilidad eléctrica, que parecía tener un futuro prometedor, se enfrenta a una crisis inesperada. La venta de scooters y motos eléctricas ha descendido a casi la mitad respecto al año anterior, no solo en España, sino también en Europa. Esta situación crítica ha llevado a dos empresas españolas de vehículos eléctricos, Ray Electric Motors y Pursang Motorcycles, a cerrar sus operaciones.
La amarga realidad de la movilidad sostenible
Las startups de la movilidad eléctrica, sin un colchón económico para soportar el descenso de ventas, se ven abocadas a detener su actividad. Este es el caso de Ray Electric Motors y Pursang Motorcycles, ambas de la provincia de Barcelona, que iniciaron su actividad hace menos de un lustro.
Pursang Motorcycles, creada por el ingeniero y empresario Jim Palau-Ribes, construyó una moto de flat track matriculable inspirada en el estilo de la antigua Bultaco Pursang, pero en versión eléctrica. Sin embargo, solo se vendieron 50 unidades de las 70 fabricadas. La sociedad está liquidada y se busca una empresa que adquiera el copyright de la marca, así como todos los diseños y patentes de la Pursang.
Ray Electric Motors, por su parte, lanzó en 2022 el scooter eléctrico Ray 7.7, que era su único producto. La empresa había expandido su mercado principal en Europa, abriendo delegaciones en Alemania, Austria, Dinamarca, Francia, Luxemburgo y Suiza. Sin embargo, con una deuda de 6 millones de euros, la empresa ha sido declarada en concurso de acreedores y se ha aplicado un ERE a la totalidad de la plantilla de 26 trabajadores.
La falta de ventas y la competencia desempeñan un papel importante en el declive de estas empresas. La movilidad eléctrica, que se consideraba una opción sostenible para el futuro, se enfrenta a una crisis inesperada. Es una lástima que empresas como Ray Electric Motors y Pursang Motorcycles, que tenían un gran potencial, no hayan podido superar los obstáculos y seguir adelante.
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