En un sorprendente giro de eventos, el luchador Nate Diaz ha logrado una impresionante victoria contra su oponente Jorge Masvidal en el último evento de artes marciales mixtas. Sin embargo, la celebración de su triunfo se vio empañada por una polémica declaración en la que lanzó una amenaza de muerte contra dos de sus rivales, Leon Edwards y Jake Paul. Es importante destacar que este tipo de declaraciones son inaceptables y pueden ser consideradas graves amenazas, lo que nos recuerda la importancia de fomentar la resolución pacífica de conflictos y la tolerancia en el ámbito deportivo y en la sociedad en general.
Nate Diaz vence a Jorge Masvidal y lanza amenazas de muerte a Leon Edwards y Jake Paul
Nate Diaz selló la cuenta pendiente con Jorge Masvidal con una victoria en diez rondas en el Honda Center de Anaheim, California. El menor de la saga de hermanos más famosa de todas las artes marciales mixtas consiguió decantar el juicio de los jueces a su favor y cosechar su primera victoria como boxeador profesional por decisión mayoritaria (95-95, 97-93, 98-92).
El deporte del boxeo apadrinó el fin de una espera de cinco años desde su primer enfrentamiento bajo el paraguas de UFC y con reglas MMA, donde Gamebred fue el vencedor tras la parada del doctor al inicio del tercer round. Un lustro después, el californiano consiguió vencer a los demonios de aquella fatídica noche y dejó la puerta abierta a un posible nuevo enfrentamiento en el futuro más inmediato, con recado a Jake Paul y a Leon Edwards, actual monarca de peso wélter de la UFC.
Un estilo de pelea característico
El menor de los hermanos Diaz no innovó y trabajó el cuerpo de Jorge Masvidal con su característico estilo de pelea con el que dejó huella en la empresa de artes marciales mixtas más grande del mundo. Por su parte, el cubano lució una guardia más ortodoxa y preparada de manera específica para la cita de la noche, aunque no supo descifrar el entramado propuesto del rival y, pese a ofrecer una pelea pareja al término de los diez episodios, no consiguió hacer méritos suficientes para condicionar la visión de los jueces a pie de ring hacia su favor.
Así, el marcador de ambos peleadores está ahora empatado con una victoria para cada uno, eso sí, en campos deportivos con diferencias abismales.
Amenazas de muerte
Voy a darle una paliza a Jake Paul y me propongo pelear contra el boxeador mejor clasificado que pueda encontrar, por ahora no sé quién demonios es. Mi objetivo principal siempre ha sido ser el mejor del mundo y es por eso que voy a regresar para por fin obtener un título de UFC. Leon Edwards, Jake Paul y todos los demás, estáis muertos, expresó el californiano tras vencer a Jorge Masvidal.
Las amenazas de muerte para el actual monarca de peso wélter y el Youtuber tienen un trasfondo justificado. Diaz perdió ante ambos, pero fue con el inglés con el que casi se lleva la palma. Previo a ser Rocky campeón de las 170 libras, el de Stockton estuvo a punto de noquear a Edwards en un enfrentamiento que duró cinco rondas, las cuales dominó de principio a fin el actual rey de los wélter pero, en el último round, un recto de derechas de Diaz hizo tambalear a su rival ante la impresión del respetable.
La reacción de Jorge Masvidal
Jorge Masvidal no acabó contento con la decisión de los jueces. Al término de las 10 rondas, el cubano dedicó unas palabras sobre la decisión en su debut como profesional en el noble arte y expresar su descontento con el resultado final:
Toda la gloria a Jesucristo, pensé que había ganado, definitivamente estoy dispuesto a hacerlo de nuevo. Los jueces fueron engañados por la multitud, cada vez que conectaba un jab aéreo se volvían locos. Volveremos al gimnasio, volveremos a la mesa de dibujo y, si Nate quiere hacerlo de nuevo, estoy dispuesto a hacerlo, zanjó Gamebred después de la contienda.
Nate Diaz cerró y enterró todas las cuentas pendientes habidas y por haber entre él y Masvidal. Un lustro después, uno de los deportes rey en América albergó la revancha de dos leyendas absolutas de las artes marciales mixtas, que no descartan volver al ruedo para un segundo capítulo entre cuerdas y complacer al siempre fiel público que bañó las gradas del emplazamiento de la ciudad de Anaheim, en California, de absoluta pasión por dos auténticos guerreros que forman parte de la historia viva del Ultimate Fighting Championship.
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