En el UFC 301, el combate entre Steve Erceg y su oponente generó gran expectación entre los fanáticos del arte marcial mixto. Sin embargo, el resultado final no fue el esperado para Erceg, quien cayó derrotado en un combate que prometía mucho. ¿Cuáles fueron las claves del fracaso de este luchador en este importante evento? ¿Fue una cuestión de habilidad o de actitud? En este análisis, repasamos los detalles del combate y desentrañamos los motivos que llevaron a Erceg a la derrota.
La derrota de Steve Erceg: la falta de estrategia y la rebeldía en el octágono
El luchador australiano Steve Erceg logró aguantar el tipo dentro del octágono mientras la corona de las 125 libras regresaba a la cintura de Alexandre Pantoja el pasado sábado en el UFC 301. Sin embargo, la condición de novato y la negativa a seguir la hoja de ruta planteada por su esquina fue el fantasma que amedrentó las posibilidades de Astro Boy de ser campeón del mundo.
Un comienzo frenético
La contienda comenzó frenética ante el ritmo despampanante propuesto por el monarca de las 125 libras. Pantoja ejercía presión y hacía retroceder a un Erceg que lució sorprendido en los primeros compases del enfrentamiento. La clave estuvo en la buena defensa de derribo ejercida en la primera mitad del combate, que previno las aspiraciones del campeón de llevar la pelea al suelo y dominar a su oponente, modus operandi habitual.
La clave del combate
La traducción a este primer tango en el combate resultó ser un escenario en el que Erceg partía como favorito en el intercambio arriba, pero en desventaja en el clinch y en el suelo, donde Pantoja entraba con mayor facilidad a la vez que el reloj iba consumiendo minutos. El segundo episodio intentó ser un calco del primero, pero los ajustes en la esquina del aspirante determinaron que sería un round difícil de puntuar para el trío de jueces presentes en Río de Janeiro, ante el escaso control del campeón de peso mosca en las posiciones donde más cómodo desplegaba su trabajo.
La estrategia fallida
La clave para Erceg residía en el striking, y debía evitar las posiciones de control de la manera más eficaz posible. El sueño del campeonato llegó hacia las manos del aspirante, y la esquina quiso trazar una clara estrategia durante el minuto reglamentario de descanso entre rondas. La lucha de pie era el talón de Aquiles de Alexandre Pantoja ante el australiano.
Las rondas de campeonato
Las rondas de campeonato tienen dicho nombre por algo. Son la nota de corte que determina de qué pasta está hecho un luchador, y cuánto está dispuesto a arriesgar para conseguir el codiciado elixir de la victoria. Llegados al cuarto y quinto asalto, un Pantoja excesivamente rasgado lucía impresionado ante los codos y el contraataque de su rival. El retador lucía mucho más entero que el monarca, y la preocupación tras el frenético comienzo de El Caníbal y su tanque de gasolina podía percibirse en el ambiente.
La decisión crucial
Tomar decisiones cruciales es la eterna cuestión del ser humano como especie. El octágono del Jeunesse Arena de Río de Janeiro tomó tintes de tablero de ajedrez, cada uno con sus peones y su estrategia, dispuesto a morir con ella con tal de dormir con el campeonato en sus pertenencias. En el último round, Steve Erceg decidió desobedecer las órdenes de la esquina con un claro empate en las cartulinas de los jueces.
La derrota
El australiano cerró un gran cuarto asalto, por encima de Pantoja en el boxeo y alejado de los intentos de derribo y clinch cerca de la reja que intentó buscar el campeón durante todo el enfrentamiento. Sus entrenadores insistían en continuar con la fórmula, pero un incomprensible derribo por parte de Astro Boy ante el monarca al inicio del quinto episodio echó por tierra todas las posibilidades de un aspirante que lució abatido al término de la batalla.
La cuenta fue excesivamente alta tras un gran desempeño en tierra hostil y ante uno de los más dominantes campeones de la empresa. El crudo sabor de la derrota fue la cruda retribución del aspirante australiano en el UFC 301.
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