Se activa en la carretera un radar de 7 kilómetros que es un verdadero peligro para conductores, ¡la velocidad es la clave!
En un esfuerzo por reducir la siniestralidad en las carreteras, las autoridades han activado un radar de alta tecnología que cubre un área de 7 kilómetros en una de las vías más transitadas del país. Sin embargo, este dispositivo de control de velocidad se ha convertido en un verdadero peligro para los conductores que no respetan los límites de velocidad establecidos. La velocidad es la clave para evitar multas y sanciones, y es fundamental que los conductores sean conscientes de la presencia de este radar y ajusten su conducción en consecuencia.
Alerta en la carretera: radar de 7 km en la A-2 controla velocidad
La pesadilla se repite y parece no tener fin, y es que en nuestro país los radares de tramo ya comienzan a expandirse y cada vez son más habituales, como este de hoy, que, además, es bastante largo.
Ya lo dijo Pere Navarro, el director de la DGT, que los radares que más se instalarían en nuestro país a partir de este año serían los de tramo, y es que eso de frenar justo donde está el radar se va a acabar.
Lo malo es que no solamente la DGT le ha cogido gusto a esto de los radares de tramo, y es que el SCT, la DGT catalana, también se ha apuntado al carro. En las carreteras catalanas hay ya instalados 242 puntos de control de velocidad con cinemómetros, de los cuáles 41 son de tramo.
Estos radares son los preferidos de las autoridades en estos momentos porque obligan a los vehículos a circular a la misma velocidad durante una parte del trayecto, por lo que quedan totalmente eliminados los frenazos cuando se encuentran un radar de punto, que pueden provocar accidentes.
Pues bien, siguiendo con la política de expansión de radares de tramo en nuestras carreteras, el Servei Català del Trànsit (SCT) ha anunciado la entrada en funcionamiento de un nuevo radar de tramo.
El nuevo radar de tramo está instalado en la autovía A-2 en sentido Barcelona, entre los puntos kilométricos 563,225 y 570,127, a la altura del Bruc, por lo que tiene una longitud de 7 kilómetros, nada menos.
Y a pesar de ser una autovía, la velocidad máxima permitida en estos siete kilómetros es de 80 km/h, en lugar de los 100 km/h habituales. Habrá que prestar especial atención porque al ser un radar de tramo con bastante extensión, es fácil “olvidarse” que estamos en un tramo de velocidad máxima controlada.
Así que a echar mano de Waze o del botón del control cruise, el que lo tenga. No se olvide que la velocidad es la clave para evitar multas.
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