La industria automotriz se ve sacudida por la noticia de que empresas chinas planean lanzar copias de modelos de Honda y BMW en diversas cilindradas, con el objetivo de conquistar el mercado europeo. Esta estrategia ha generado controversia en el sector, ya que se plantea un desafío en términos de propiedad intelectual y competencia desleal. La llegada de estas imitaciones plantea interrogantes sobre la calidad y seguridad de los vehículos, así como el impacto en las marcas originales. Es evidente que este movimiento busca expandir la presencia china en el mercado global, pero también plantea dilemas éticos y legales que requerirán ser abordados con prontitud.
Marcas chinas desafían a Honda y BMW con copias de alta calidad
Durante los años 60 y 70, los fabricantes japoneses de motos y coches eran vistos con cierto desdén porque copiaban a los europeos. A ojos de estos (y del público), sus productos eran 'copias baratas' y de mala calidad de sus productos. Con los años estos constructores asiáticos demostraron que no sólo sabían fabricar vehículos muy bien hechos y con una fiabilidad excelente, sino que ya no necesitaban fijarse en los europeos.
La revolución china en el mercado de motos europeo: ¿Copias o innovación?
Algo similar ha sucedido en las dos últimas décadas con marcas coreanas y taiwanesas, y más recientemente, con las chinas. Hay más de 200 fábricas de motos en este gigantesco país, la mayoría de ellas dedicadas a elaborar motos y scooters de baja o media cilindrada para el enorme mercado asiático.
Pero algunos fabricantes chinos han aprendido muy rápido que si quieren imponerse en mercados como el europeo o norteamericano deben ofrecer productos al gusto y necesidades de estos, acompañados de una calidad sin fisuras. Especialmente desde el último lustro, la llegada de modelos de todas las categorías y cilindradas dese China parece no tener fin, acompañadas cada vez de mayor calidad y mejor equipamiento en sus productos. China es el futuro inmediato, y esta es una realidad.
La avalancha de Voge
Algunas marcas de origen chino ya van siendo habituales en Europa y España, especialmente CFMoto, QJMotor, Zontes, Kove o Voge. Esta última pertenece al poderoso grupo Loncin, un fabricante que suministra motores a muchas marcas, incluso a BMW, con la que está asociada, elaborando varios motores para la marca alemana.
En un congreso de Loncin/Voge en China, el fabricante anunció un alud de novedades en todos los segmentos para los próximos tres años. La Voge R 666 S monta un chasis de doble viga, basculante monobrazo, suspensiones de calidad, frenos Brembo, motor de más de 100 CV.
Voge fabricará todo tipo de motos y scooters, en todas las cilindradas y con todo tipo de motor: desde sencillos monocilíndricos de 125 c.c. hasta una super rutera de 1.600 c.c. y seis cilindros.
Ya el año pasado mostró una impresionante supersport tetracilíndrica llamada R 666 S, con más de 100 CV, basculante monobrazo, alerones, electrónica, etc.
Ahora y en esta vorágine de novedades, en este próximo trienio veremos Voge que se parecen a la Harley Sportster (las Voge CU650V y CU1000V), a la Honda CBR650R (Voge R660-R), a la Ducati DesertX (DS900 Rally), a la Honda Transalp 750 (DS750 Rally), a la BMW S1000RR (RR1000) e incluso a la lujosa BMW K 1600 GT (1600GT: esta se llama incluso igual).
Faltará que los moteros europeos tengan la confianza necesaria para comprar sus motos, pero lo mismo sucedía con los productos japoneses hace años y ahora son la referencia en cuanto a calidad y fiabilidad, Voge ha demostrado que sabe hacer motos bien hechas.
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