No hay nada en común entre las causas abiertas. En un escenario donde la transparencia y la justicia son fundamentales, surge un panorama desafiante en el ámbito legal. Las distintas causas abiertas que actualmente ocupan la atención de la opinión pública parecen ser totalmente heterogéneas en su origen y desarrollo. Desde investigaciones por corrupción hasta casos de violencia doméstica, cada una de estas causas presenta una complejidad única que las diferencia de las demás.
Causas abiertas contra presidente de FCF revelan estrategias de poder
Dos de las causas abiertas contra el presidente de la FCF Joan Soteras nada tienen que ver entre sí, aunque en el entre federativo intenten primero que se falle la penal para paralizar la resolución de la vía contencioso-administrativa, pues en caso contrario y si Soteras es desposeído de su cargo, el director general, José Miguel Calle, ya tiene preparado un plan B e incluso uno C para continuar manteniendo su pleno poder.
Compleja trama judicial en torno a Joan Soteras y la FCF
En el juzgado de Sabadell como es sabido hay un sumario abierto, tras la irrupción de los Mossos de Esquadra en la Federació Catalana de Futbol el pasado 5 de marzo, en el Juzgado de Instrucción número 2 de Sabadell, cuya titularidad corresponde a la jueza Isabel Calahorra García, por las denuncias presentadas por una serie de entidades que aducen, presuntamente, que falsificaron sus firmas en las actas notariales a favor de Joan Soteras en las pasadas elecciones del 13 de febrero de 2023.
Por otro está el procedimiento contencioso-administrativo, que es el primero que se tenía que fallar, ya que está pendiente de dictar sentencia por parte del Tribunal Superior de Catalunya, que preside Francisco José Sospedra Navas y que lo componen dos personas más. El expediente es, como reconoció el propio Tribunal Català de l’Esport y que fue refrendado por la propia Generalitat de Catalunya, por la inelegibilidad de Joan Soteras, que cuando el TCE anuló los comicios del 22 de mayo de 2022 y ordenó la repetición de las elecciones usó la maquinaria federativa para sus propios intereses durante 18 días.
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