Medvedev sufre un vergonzoso error en la pista central de Wimbledon
En una jornada emocionante en el All England Lawn Tennis and Croquet Club, el tenista ruso Daniil Medvedev se convirtió en el protagonista de una de las mayores sorpresas del torneo de Wimbledon al cometer un vergonzoso error en la pista central del legendario recinto londinense. En un partido que parecía tener todo para ser una fácil victoria para el ruso, Medvedev se dejó llevar por la presión y cometió un error garrafal que le costó la partido. La sorpresa y la incredulidad se apoderaron del público asistente al ver al tercer cabeza de serie cometer semejante fallo.
Medvedev sufre un vergonzoso error en Wimbledon: ¿cómo se recuperó de la vergüenza?
El ruso Daniil Medvedev es conocido por ser un jugador de tenis que se sale de cualquier estereotipo. Cuando se le cruzan los cables, su primera víctima son sus entrenadores, especialmente el de toda su carrera, Gilles Cervara, ahora acompañado por su compatriota francés Gilles Simon, una vez colgó la raqueta.
Es ocurrente con los jueces de silla, también hiriente. Con el público tiene su particular relación. Le encanta provocar a la grada, con gestos y miradas desafiantes. Los ambientes hostiles son bienvenidos.
Él crea su propio camino. Ama la pista dura, aborrece la tierra batida y no se siente especialmente cómodo en hierba, superficie en la que se superó en 2023 llegando a las semifinales de Wimbledon, en las que fue, eso sí, apabullado por Carlos Alcaraz.
Lo volvió a pasar mal en la central de Wimbledon, por un doble motivo. Porque a nadie le gusta hacer el ridículo en un escenario tan renombrado, en un Grand Slam que es seguido mundialmente, ni tampoco sufrir deportivamente durante 3h.28'.
Solucionó lo segundo, se salvó a la quema remontando al francés Alexandre Muller, 27 años y 102 del mundo, 6-7 (3), 7-6 (4), 6-4 y 7-5. Estuvo tres abajo en el segundo set.
El colosal despiste de Medvedev
No hubo remedio para lo primero, su colosal despiste que provocó la carcajada general de los presentes. Extraño en un profesional de 28 años, nº 5, que ha sido campeón de Grand Slam y ha llegado al nº 1. Pero con Medvedev todo es posible.
También que se vaya a su silla y se siente dando por perdido el primer set. Creyó haber cedido en el 'tiebreak' cuando no había acabado, estaba 3-6 abajo. Le avisaron desde su box técnico, pero él erre que erre que era el siete para el rival, que esperaba en la pista para sacar, sin saber realmente qué pasaba con el moscovita.
A Medvedev le costó enterarse del resultado real. Se levantó presto, regresando a su posición mientras todos jaleaban con risas la cómica situación. También los técnicos de Medvedev.
Finalmente, Medvedev se recuperó de la vergüenza y logró remontar el partido, pero el ridículo en un escenario tan importante como Wimbledon es algo que difícilmente se olvida.
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