La reconocida empresaria y emprendedora Maite Casademunt ha compartido en una reciente entrevista su filosofía de vida, destacando que si bien tiene grandes sueños, siempre actúa con sensatez para alcanzar sus metas. Casademunt, conocida por su exitosa trayectoria en el mundo de los negocios, resalta la importancia de mantener un equilibrio entre la ambición y la prudencia. Su enfoque pragmático le ha permitido sortear los desafíos del mundo empresarial con éxito, demostrando que es posible alcanzar metas ambiciosas sin perder la cabeza. Maite Casademunt se erige como un ejemplo de perseverancia y inteligencia estratégica, inspirando a otros a seguir sus pasos en el mundo de los negocios.
Maite Casademunt: La diseñadora que combina sueños con sensatez para triunfar en moda
Maite Casademunt es una mujer sencilla y llena de humanidad que ha conseguido construir un imperio bajo el nombre de su madre, Lola. Fue precisamente ella la que le introdujo en el mundo de la moda cuando era muy pequeña. La vida de la diseñadora quedó marcada por el fallecimiento de su padre, que luchó durante años contra una dura enfermedad, y su progenitora se quedó al cuidado de cuatro hijos y al frente del negocio familiar. “Tuve una infancia muy bonita pero mi padre enfermó cuando tenía 11 años y es algo que marcó mi vida”, explica.
Jamás vio a su madre llorar durante esa época tan dura y la recuerda como una mujer “trabajadora y muy valiente”. “Ese fue el ejemplo que tuve en casa y a mí me enseñó a ser así. Soy una persona muy soñadora pero también le pongo cabeza a las cosas para que mis sueños sean productivos. Es algo necesario para que los proyectos sean rentables y reales”, apunta.
Maite se define así misma como una mujer inquieta y curiosa. “Siempre estoy buscando inspiración y creo que es una parte fundamental de mi creatividad”, declara. Sus años como estudiante de diseño fueron “muy interesantes”. “Ansío el aprendizaje constante y pienso que cualquier persona tiene la capacidad de enseñarme algo. Creo que es algo súper positivo”, insiste.
La diseñadora está viviendo su mejor momento profesional. Sorprendentemente, sus primeros pinitos como empresaria fueron en el patio de su colegio. “Mi madre traía bisutería de Italia y yo cogía sus pendientes e intentaba venderlos en las horas de recreo. Los profesores me pillaron unas cuantas veces y me advirtieron de que me podían expulsar. Mis amigas me lo recuerdan (risas). Yo sabía que quería trabajar en el mundo de la moda, era una fantasía para mí”, transmite con emoción.
Maite Casademunt da un paso más en la empresa familiar al incorporar prendas textiles. “Soñaba con los desfiles glamurosos que se veían en televisión. Cuando mi madre se fue retirando, yo le di una vuelta a la empresa y le di una visión diferente”, asegura. “Conseguirlo fue todo un reto para mí. En ese momento no sabía que era un mundo tan complicado y tuve varios intentos fallidos”, asegura.
La de Cardedeu siempre confió en su visión. “Cuando a las cosas le pones pasión, ganas, tenacidad y no decaes, tarde o temprano las consiguen. Eso sí, tienes que arremangarte y echarle horas y horas. Siento que a los jóvenes a veces les falta esa perseverancia en las cosas que hacen. Ver mis diseños sobre la pasarela fue la guinda del pastel a todos mis esfuerzos”, sentencia. El resto es historia.
Maite Casademunt: Una historia de superación y trabajo duro en el mundo de la moda
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