Los Celtics demostraron su superioridad en la cancha al dar una contundente lección a los Heat, quienes no tuvieron ni la más mínima oportunidad de soñar con la victoria. En un encuentro lleno de intensidad y estrategia, el equipo de Boston se impuso de manera magistral, dejando en evidencia las carencias defensivas de sus rivales. Desde el primer cuarto, los Celtics impusieron su ritmo de juego, controlando cada posesión y anotando con eficacia ante una defensa desorientada de los Heat. Con esta victoria, el equipo de verde se consolida como un serio contendiente en la lucha por el título, mientras que los Heat deberán replantear su estrategia para evitar futuras derrotas tan contundentes como la de hoy.
Los Celtics aplastan a los Heat en un partido para el olvido, Boston Celtics imparables ante unos diezmados Miami Heat
Si hay un equipo que en las últimas temporadas ha evocado a la épica en más de una ocasión y con éxito en la mayoría de ocasiones han sido los Miami Heat. Pero hoy. lo de hoy era demasiado. Sin Jimmy Butler, sin Terry Rozier, sin Josh Richardson y sin Jaime Jáquez, el último en entrar en la enfermería. El panorama era desolador y los peores presagios se han cumplido, y es que a pesar de no contar con Kirstaps Porzingis, los Boston Celtics son mucho Boston Celtics, por mucho que Bam Adebayo intentara marcar territorio en la primera acción del partido.
El equipo de Mazzulla no ha dado ningún tipo de opción a los de Florida. Ya de inicio se notaba que haría falta lo que vendría siendo un milagro para que los Heat se escaparan del TD Garden con la victoria. La primera mitad, la única en la que realmente hubo algún tipo de competición y emoción, era casi casi un Bam Adebayo (23 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias) contra el mundo. El interior de los Heat fue el único que más o menos mantuvo el tipo y con ello a los suyos en el partido.
Y si a esto le sumas que delante tienes al mejor equipo de la fase regular, la cosa solamente puede terminar de una forma: paliza creciente. El paso de los minutos no hacía otra cosa que aumentar la diferencia entre ambos equipos. ¿El 41-23 del primer cuarto? Una declaración de intenciones. ¿68-46 al descanso? Un aperitivo de lo que se venía, ya que ni la entrada de los suplentes (y de sus suplentes) cambió nada. El rodillo verde era imparable y había espacio para el espectáculo por parte de los menos asiduos a él.
Sam Hauser terminó el partido con 17 puntos, lejos de los 25 por cabeza que firmaron Jaylen Brown y Derrick White. No hizo falta que otros pilares como Jayson Tatum (16 puntos con un 4/9 en tiros de campo) o Jrue Holiday (10 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias) se pusieran el mono de trabajo. La paliza, con la ventaja local en los 30 puntos durante casi toda la segunda mitad, evitó que vieramos a las superestrellas en acción, un castigo para los que queríamos acción pero una bendición para los de Boston, que ya esperan rival en las semifinales de la Conferencia Este. ¿Magic o Cavaliers? Tiene pinta que el final será el mismo.
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