Lamine y Nico, siempre unidos en el ritmo de la Copa

Lamine y Nico, siempre unidos en el ritmo de la Copa

En el camino hacia la gloria, la unión y la cohesión son fundamentales para alcanzar el éxito. Y en este sentido, el dúo Lamine y Nico es el ejemplo perfecto de cómo la armonía y la sincronización pueden llevar a un equipo a la cima. La Copa, máxima competición del fútbol, es el escenario donde estos dos cracks han demostrado que su química en el campo es la clave para llegar lejos. Con su ritmo y su estilo, han conquistado a los aficionados y han llevado a su equipo a la élite. ¿Qué los hace tan inseparables? ¿Cuál es el secreto detrás de su éxito? En las siguientes líneas, descubriremos la historia detrás de esta dupla invencible.

Lamine y Nico, la dupla que baila y celebra la victoria de España en la Copa

Corrieron a abrazar a Dani Olmo con el chándal puesto y después de decirse algo al oído, Lamine se dirigió hacia la grada ocupada por la afición de España. Caminaba y bailaba y pedía a Nico Williams que le acompañase. Nadie hasta ese momento de la selección había reparado en compartir con la afición la victoria ante Alemania. Lamine sí. Él sabía cuanto importante era agradecer a la gente todo el apoyo, que había sido mucho.

Bailó con Nico 'Mi gran noche' de Raphael que sonaba en la megafonía de forma atronadora, alegre, brutal, y otra vez lo agarró para dirigirse a la grada. Y después llegó el resto de esta selección que se ha hecho grande con el sufrimiento de superar en una prórroga a una Alemania que despreció la juventud de nuestra selección. Sí, la despreció. Porque desde el primer minuto creyó que asustaría a España con faltas durísimas y casi lo consigue.

Kroos en seis minutos lesionó a Pedri, que sufre un esguince lateral interno de la rodilla izquierda, y pisó el tobillo del Lamine. Kroos, que había tenido una carrera brillante, se despide del fútbol con un partido en el que salió su peor versión. Pero la divinidad del fútbol es que no podía dejar de castigar a una Alemania que creyó que la selección española era demasiado tierna y no aguantaría la presión.

El gol de Merino y la celebración de Lamine y Nico

Merino marcó de cabeza emulando a Puyol que seguía el partido desde el palco. Lamine y Nico continuaban bailando, celebrando. Ellos dos, siempre en el campo. Cuando en el 61, Luis de la Fuente decidió que Lamine descansara para que Ferran Torres le pusiera más físico la selección perdió ese punto irracional e irreverente del que juega sin presión.

Lamine y Nico son la gran diversión de esta Eurocopa, es la dupla que divierte cuando juegan y hasta cuando celebran, es el homenaje a la nueva España desacomplejada y risueña, una selección que vive el presente con intensidad y que promete un futuro aún más vibrante. Porque sí, el niño Lamine que con meses participaba en un calendario benefico con Messi tiene 16 años y marcará una década. Pero de momento, qué sigan en el campo: son un regalo.

Kroos lesionó a Pedri en su último partido como profesional, eso quedará. Hay gestos que hacen grandes a los grupos. Uno de ellos lo protagonizó Carvajal frenando un ataque alemán acabando la prórroga. Sabía que era la roja, pero esa falta era básica. Ni él, ni Le Normand podrán jugar las semis.

La España de Luis de la Fuente ya había ganado antes de jugar contra Alemania porque ha conseguido enganchar a la selección a todo el país. Como hizo la Roja en Sudáfrica. Carles Puyol estaba en el palco en Stuttgart y el gol de Merino de cabeza le hizo recordar a su cabezazo ante Alemania en semifinales del Mundial. De cabeza contra los germanos. Siempre de cabeza.