La impactante verdad sobre China y las motos que nadie quiere admitir, revela un panorama preocupante que ha pasado desapercibido por mucho tiempo. La creciente industria de motocicletas en China ha estado operando en la sombra, ignorando regulaciones y estándares de seguridad internacionales, lo que plantea consecuencias inminentes a la vuelta de la esquina. Expertos advierten que la falta de control y supervisión en la fabricación de motos podría desencadenar riesgos graves para los consumidores y el medio ambiente. Esta noticia sacude los cimientos de la industria automotriz y nos recuerda la importancia de la transparencia y la responsabilidad en un mercado globalizado.
El auge de las motos chinas: ¿Estamos ante una revolución en la industria?
Lejos quedan aquellos tiempos en los que desde el Lejano Oriente llegaban modelos de motos extraños, con diseños esperpénticos y tecnología que no estaba, ni de lejos, a la altura de los gloriosos productos europeos. Lo que ahora estamos viviendo con China ya lo vivimos con Japón en la década de los setenta, cuando la ola del Sol Naciente comenzó a llegar a los mercados europeo y americano.
En nuestro país soñábamos con las motos japonesas, porque aquí solo se vendían motos nacionales o europeas. Como mucho podíamos comprar, el que podía, alguna preparación británica, holandesa, francesa, alemana o italiana, con parte ciclo europea artesanal y un auténtico motor japonés de cuatro cilindros en línea transversal.
La Benda Napoleon 450 es un buen ejemplo de la creatividad china. Pues ahora ya comienza a pasar exactamente lo mismo, pero en esta ocasión, en lugar de ser Japón el protagonista es China –y el sudeste asiático por extensión-. No hay más que ver la creciente llegada de marcas de motos asiáticas a nuestro país, con productos excelentes y a buen precio.
China desafía a las marcas europeas con sus innovadoras motocicletas
Nuestro mercado comienza a nutrirse de modelos chinos con diseños sorprendentes, buenos acabados, prestaciones y equipamiento a la par o superiores a los productos occidentales y con precios inferiores a éstos. Ejemplos los hay a patadas. De la marca CFMoto tenemos la naked 800NK, por ejemplo, que acaba de recibir un premio al diseño, un Red Dot Award, o la trail MT 800 Explore. De Voge en breve llegará la maxitrail 900 DSX, y ya está a la venta el maxiscooter Voge SR4 Max.
QJ Motor ya ha presentado su superbike SRK1000 RC, pero también tiene a las agresivas nakeds SRK 400 y 700 con afilados diseños, y acaba de desembarcar con su gama de scooters que llegan equipados hasta las cachas a precios sorprendentes.
Y si hablamos de scooters y motos eléctricas la nueva Zeeho y su AE8 S+, el Bicose Real 5T, el Keeway Blueshark, la Felo FW-06 o el Horwin Senmenti parten “la pana”. Y no olvidemos los excepcionales scooters ultraequipados de Zontes, los E125/350, D350 y E350, entre otros.
Las marcas asiáticas conquistan el mercado de las motos con calidad y precio
La expansión de las marcas asiáticas va más allá de tener socios europeos: desde hace un tiempo han comenzado con la adquisición de marcas europeas, en activo o desaparecidas. Benelli, Moto Morini y últimamente, Morbidelli, son marcas italianas pero ya en manos asiáticas.
Solo por diseño y exotismo tecnológico las motos chinas ya son el soplo de aire fresco -o revulsivo- que necesita la industria de la moto, europea, americana o nipona, una brisa que pronto se tornará en vendaval, y que dará inicio a una nueva era de dominio mandarín.
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