Kilian Jornet revela secretos asombrosos sobre el equipo que lo acompañó en su épica travesía por los Alpes

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Kilian Jornet revela secretos asombrosos sobre el equipo que lo acompañó en su épica travesía por los Alpes

El campeón del mundo de esquí de montaña y ultracorredor Kilian Jornet ha sorprendido a la comunidad deportiva con una impactante revelación sobre su épica travesía por los Alpes. En una entrevista exclusiva, Jornet ha decidido romper el silencio y compartir con nosotros los secretos asombrosos sobre el equipo que lo acompañó en su aventura más ambiciosa hasta la fecha. Desde la elección de los materiales más ligeros y resistentes hasta la importancia de la tecnología innovadora, Jornet nos lleva detrás de las escenas de su proeza deportiva, revelando detalles que nos dejan con la boca abierta.

Kilian Jornet desvela los secretos de su equipo en la travesía por los Alpes

Kilian Jornet es minucioso como pocos y, para fortuna de todos los seguidores y aficionados al deporte, nada celoso a la hora de compartir con pelos y señales los secretos de sus proyectos y rendimiento. Una de las cosas que más sorprende de sus travesías, por ejemplo, es el material utilizado.

Estudiado al detalle, sin añadir más de lo necesario pero sin dejarse ni un elemento indispensable, el fondista y alpinista catalán es un maestro de aligerar la mochila en sus aventuras y travesías. En el recién publicado diario de su proyecto en los Alpes, en los que conectó las 82 cimas de 4.000 metros de la cordillera en tan solo 19 días, sin otro motor que su propio cuerpo, Jornet da todo lujo de detalles sobre el equipamiento utilizado.

El equipo de Kilian Jornet: la clave para su travesía épica en los Alpes

El equipo de Kilian Jornet: la clave para su travesía épica en los Alpes

Lo primero que apunta, antes de pasar al listado, es que por sí solo no sirve de nada, y destaca la importancia de conocer el uso y la propia comodidad con el material, la que determinará la utilidad del mismo.

Calzado: utilizó las zapatillas Tomir 2. 3 pares. Para la mayoría de los días utilizó unas Tomir 2 impermeables. Eso fue desde el día 1 hasta el refugio Torino. Después de Droites (día 16), utilizó un par de Tomir 2 no impermeables en el Nadelgraat para que las impermeables pudieran secarse. Desde el refugio Torino, cambió a otro par de Tomir 2 —no impermeables— para los últimos 4 días. Las zapatillas impermeables estaban prácticamente destrozadas (con la suela plana y algunos cortes en la parte superior producidos con los crampones y las rocas).

Ropa: de abajo a arriba, utilizó unos calcetines Nnormal y unos calcetines impermeables dependiendo de las etapas, unas mallas o unos pantalones Active según el día. También llevaba unos pantalones impermeables por si acaso. Una camiseta de lana merina, una chaqueta intermedia, un cortavientos, un chubasquero y una casaca de plumas. Buff y un gorro. Utilizó guantes de escalada —de tipo cuero sintético— la mayor parte del tiempo para protegerse las manos de la abrasión de la roca; se puso 4 pares durante el viaje.

Protección y progresión: para protegerse del sol utilizó gafas de sol (llevaba 2 gafas de categoría 4) y crema solar para los labios y la cara. Para mi protección y para la progresión llevaba un casco, un arnés ligero, un tornillo de hielo, 2 piolets (usaba uno cada vez, pero dependiendo de la etapa llevaba uno de carbono para hielo y roca o un Ghost Tech de Grivel), un par de bastones de trail running, un par de crampones (para ajustar bien el calzado usaba una base Petzl Lynx con una fijación delantera blanda de Grivel, una fijación trasera blanda de edelrid y un cordino de petzl).

Iluminación y comunicación: para la noche llevaba una linterna frontal, una Moonlight 2000 con una batería extra siempre conmigo. Para el seguimiento y la comunicación contaba con un teléfono con los mapas, un Coros Vertix, un dispositivo de seguimiento, una GoPro, una batería portátil con un cable y algo de dinero para los refugios.

Alimentación y hidratación: tenía 2 botellas plegables y llevaba algo de comida para la etapa. La comida más habitual en la montaña fueron bocadillos con aguacate, aceite y queso fresco, también cremas caseras a base de judías, cacao, nueces y aceite de coco. De media, consumió 8.300 calorías por jornada, y sus bebidas de recuperación más habituales en los descansos fueron infusiones de orégano con aceite de coco y batido de remolacha, jengibre y cúrcuma.

En la parte final de su exhaustivo dietario de viaje, el catalán da datos específicos sobre el peso arrastrado en la mochila: la mayor parte del tiempo cargó con entre 4 y 7 kilos. Más allá de estos elementos, Jornet tenía en algunos tramos del recorrido un kit de bicicleta preparado para realizar las transiciones entre las distintas concatenaciones de cumbres de 4.000 metros de los Alpes.

Juan Hernández

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