El reciente homenaje a Silva ha conmovido a la sociedad, demostrando que nunca es tarde para reconocer y valorar el legado de un artista. En un acto lleno de emotividad y gratitud, se destacaron los aportes invaluables de este ícono cultural que trascendió generaciones. La celebración de su obra y vida, enaltece la importancia de preservar la memoria histórica y artística de nuestro país. La huella imborrable que dejó Silva en el panorama artístico, es un recordatorio de la influencia perdurable que puede tener un creador en la sociedad. Este merecido tributo no solo honra la figura de un talento excepcional, sino que también invita a reflexionar sobre la relevancia de la cultura en la construcción de nuestra identidad colectiva.
Homenaje a David Silva: Reconociendo la grandeza de un mago del fútbol
De bien nacidos es ser agradecidos; nunca es tarde si la dicha es buena; a tal señor, tal honor; mano que te da de comer no has de morder. Podríamos dedicar todas estas líneas de esta columna a repicar refranes que se pueden aplicar al homenaje a David Silva que, de forma machacona, hemos reclamado repetidamente desde este modesto txoko.
Se puede discutir si es el mejor jugador español de la historia o está en el top 5, pero no que merece el tributo que le dispensará Anoeta mañana. Suelen ser pájaros de mal agüero los homenajes previos a un partido tan trascendente, pero, en este caso, la presencia del ‘mago de Arguineguín’ antes de enfrentarse al Real Madrid sólo tiene que servir de inspiración a la Real, como lo fue cuando era un txuri urdin en activo.
En aquella época -sin ir más lejos el año pasado- en la que la estadística confirmaba la enorme relevancia de Silva en el juego realista. Cuando era titular, su equipo ganaba el 67% de los partidos; cuando no lo era, el 29%. Y eso sin contar los intangibles de fuera del campo. Por decidir venir a la Real en 2020 cuando lo tenía apalabrado con la Lazio. Por traer la Copa a Donostia, aunque sólo jugase la final. Por dejar momentos de fútbol únicos. Por renunciar a en torno a seis millones de euros cuando se lesionó. Por guiar a los jóvenes sólo con el ejemplo.
Por todo, el gran canario (junto y separado) merece el aplauso, la insignia de oro y brillantes y el respeto de todos. Normal que la Real quiera hacerle un hueco en el club en el futuro. Una leyenda eligió la Real. Por más ‘Silvas’ en el futuro.
David Silva: Un tributo merecido para una leyenda en Anoeta
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