España luchará por la permanencia en la élite del rugby mundial tras su desempeño en el torneo de Hong Kong, donde alcanzó la octava posición. Este resultado, si bien representa un desafío para el equipo, también es un testimonio de su valentía y determinación en la competición. La selección española se enfrentará ahora a la tarea de mantenerse en la categoría superior, demostrando su capacidad de superación y su compromiso con el deporte. Con este logro, España se prepara para afrontar los próximos retos con renovado ímpetu y entrega, buscando consolidar su presencia en el escenario internacional y continuar inspirando a sus seguidores con su pasión por el rugby.
España en peligro de descenso tras quedar octava en Hong Kong
La selección española de rugby 7 ha sufrido una derrota este domingo frente a Estados Unidos (19-17) en el partido por el séptimo puesto del torneo de Hong Kong, sexta etapa de las Series Mundiales. Este resultado coloca a España en una situación comprometida, casi condenándola a disputar el torneo de permanencia que se llevará a cabo en Madrid a finales de mayo.
En su participación en la antigua colonia británica, España ha sumado seis puntos, lo que la mantiene en la décima posición con 33 puntos en total. Se encuentra a once puntos de los estadounidenses, quienes ocupan el octavo puesto que marca la zona de permanencia. Solo resta un torneo, el de Singapur, para el final de la temporada regular y definir el destino de la selección española.
En el enfrentamiento que cerraba el fin de semana, Eduardo López logró adelantar a los 'Leones' con una escapada por la banda derecha. Sin embargo, Pita Vi y Kevin Williams lograron remontar en la primera parte a favor de los norteamericanos, quienes desafiaban la defensa española con su habilidad en el manejo del oval (5-12).
Alejandro Laforga logró igualar el marcador al inicio de la segunda mitad con un ataque por el lado cerrado después de una melé, poniendo a España por delante con otro ensayo consecutivo (17-12). No obstante, la velocidad de Perry Baker, quien recorrió ochenta metros sin oposición, inclinó la balanza a favor de Estados Unidos en la última jugada.
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