En el mundo del fútbol, hay momentos que se graban en la memoria colectiva de los aficionados y se convierten en hitos históricos. Uno de ellos es la fiesta que se celebró en el estadio del Real Madrid, un evento que cambió el rumbo de la historia del club y del deporte en general. Pero, ¿qué sucedió realmente en aquella noche mágica? ¿Cuál fue el secreto detrás de aquella fiesta que emocionó a miles de personas? En las siguientes líneas, desvelaremos el misterio que rodea aquel evento, y descubriremos cómo una noche de celebración se convirtió en un punto de inflexión en la historia del fútbol.
El secreto detrás de la fiesta que cambió la historia en el estadio del Real Madrid
Las 18:30 horas marcaban el final del partido entre el Real Madrid y el Cádiz en el estadio Santiago Bernabéu. El ambiente era de fiesta, de título de Liga. Los blancos habían cumplido su parte, y ahora esperaban ansiosos a que el Barcelona jugara contra el Girona.
La celebración no estaba asegurada hasta ese momento. De hecho, la mañana del sábado, la idea era que los jugadores, familiares y amigos se quedaran en el Bernabéu para ver el duelo de Montilivi, pero todo dependía de lo que sucediera en el partido ante el Cádiz. Si el Real Madrid no ganaba, la posibilidad de ver el partido del Barça en el Bernabéu estaba descartada.
Finalmente, los blancos ganaron al Cádiz, y la plantilla se quedó en el estadio. Vestuarios, césped y palcos fueron los escenarios donde los jugadores esperaron a ver lo que hacía el Barcelona. La derrota azulgrana se celebró en el vestuario y también en los palcos con amigos y familiares.
Una celebración corta y comedida. Eso sí, fue una celebración corta y comedida, con Ancelotti siendo el alma de esos festejos. Kroos fue el primero en abandonar el estadio, donde un buen número de aficionados esperaban a la salida de los jugadores. El alemán solo tardó un cuarto de hora entre que acabó el partido del Barcelona y se marchó del Bernabéu.
El resto de los jugadores tardaron más en salir, siendo Bellingham el último en abandonar el campo, sobre las 21:10 de la noche. El propio Bellingham, Brahim, Arda Güler, Rodrygo o Vinicius no dudaron en saludar a los aficionados que cada vez más se juntaban en el Bernabéu, provocando cierto caos porque el tráfico no estaba cerrado.
Mientras todo eso pasaba, Modric se marchó en taxi con su familia, y Lucas Vázquez, en una furgoneta. Así acabó el festejo de la plantilla por el título. El partido ante el Bayern eclipsa todo en el Real Madrid, incluido un título de Liga.
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