En el mundo actual, donde la austeridad y la responsabilidad parecen haber pasado de moda, la indulgencia se ha convertido en una práctica común. Desde la más tierna infancia, se nos enseña que merecemos regalos y recompensas por nuestros logros, sin importar lo pequeños que sean. Esta mentalidad ha generado un mar sin fin de 'regalos' que nunca se acaba, un legado que nos lleva a cuestionarnos sobre el verdadero valor de la gratificación instantánea y las consecuencias a largo plazo de esta actitud.
La 'indulgencia' de Xavi: un estilo de juego que genera 'regalos' en gol
Los errores defensivos nos están matando, hemos vuelto a regalar y este es el resumen de la temporada, explicó Xavi Hernández, entrenador del Barça, sobre los chascos del equipo en este tramo decisivo de la temporada. Según Xavi, las pifias individuales han generado goles del adversario, que más que fabricarlos se los encontró.
Repasando los partidos recientes, se pueden ver dádivas muy groseras que han aniquilado cualquier esperanza de acabar dignamente la temporada. Un ejemplo es el del capitán, Sergi Roberto, que convirtió un pase de seguridad en la mejor asistencia del partido Girona-Barça, preámbulo del 2-2 obra de Portu a servicio del que recibió el 'regalo' cuké, Artem Dovbyk.
Errores defensivos que condenan la temporada
En el partido de Liga anterior, el Barça-Valencia, la remontada final (4-2) del equipo azulgrana camufló dos errores flagrantes defensivos que, desde luego, metieron en el partido al Valencia de golpe con sendos goles. El primero llegó con 1-0 a favor de un Barça hasta entonces controlador, cuando el portero azulgrana Marc André ter Stegen se permitió la frivolidad de intentar un 'sombrero' sobre el delantero 'che' Hugo Duro, como si en vez de en el área propia estuviera en la de enfrente.
La 'vaselina' le quedó tan corta al meta que Hugo Duro marcó el gol más fácil de su carrera, a portería vacía. Era el minuto 27. Nueve minutos más tarde llegó el turno de Ronald Araujo, quien precipitadamente atropelló en el área a Peter Federico, un penalti clarísimo que encima protestó ganándose una tarjeta amarilla que también debió ahorrarse ante la evidencia de su acción.
El legado de la indulgencia: un mar sin fin de 'regalos' que nunca se acaba
En el reciente Clásico del Bernabéu, ese Real Madrid-Barça (3-2) que sentenció virtualmente la Liga, el equipo azulgrana volvió a pagar con goles determinantes sus faltas graves de atención defensiva. Con 1-2 en el minuto 70 tras el gol de Fermín López, 180 segundos después Joao Cancelo dejó sin marcar a Lucas Vázquez que llegó para conectar una volea que volvió a meter al Madrid en un partido hasta entonces bien llevado por el Barça.
Ya con 2-2 en el marcador, en el minuto 92, Pedri renunció a cometer una evidente falta táctica para cortar la galopada del madridista Brahim, preludio del 3-2, obra de Jude Bellingham.
La falta a la desesperada que cometió Ronald Araujo sobre Bradley Barcola que cambió completamente el curso de la eliminatoria de cuartos de final de la Champions League ante el PSG, es el origen cronológico de esta vigente sucesión funesta de regalos que han acabado con cualquier esperanza del Barça de acabar potablemente la temporada.
Es obvio que, los regalos defensivos han sido parte importante de los recientes fiascos del Barça, más allá de que el equipo haya demostrado, salvo el día de París (2-3) y el del Valencia (4-2) su frecuente incapacidad psicológica para sobreponerse a ellos.
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