El 'show' de Vini, pero el que no tocaba
En una sorprendente actuación, el talentoso futbolista brasileño Vinicius Jr. ha dejado atónitos a los aficionados al fútbol con su reciente desempeño en el terreno de juego. Con regates espectaculares y una habilidad innata para el desborde, Vini ha demostrado ser una pieza fundamental en el esquema de su equipo. Sin embargo, lo más impresionante de todo es que este 'show' no se dio en el campo de juego, sino más bien en su faceta solidaria. La estrella del Real Madrid ha sorprendido a propios y extraños al realizar una serie de acciones benéficas en beneficio de comunidades desfavorecidas, demostrando así que su talento va más allá de las canchas. Un gesto que lo engrandece como deportista y como persona, convirtiéndolo en un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones.
Vinicius protagoniza su 'show' en el Bernabéu, pero no el esperado
Era su noche. Un partido por todo lo alto: España-Brasil. Un lema que parecía diseñado para él: 'Una misma piel'. Un objetivo que firmamos todos: la lucha para erradicar el racismo, esa nauseabunda lacra que no sólo le afecta a él. Un escenario a la altura: un Santiago Bernabéu que le adora. Pero a Vinicius todo esto parece no bastarle.
Sobre el campo apenas dio señales de vida, aunque se dejó ver cuando hubo alguna (que fueron varias) discusiones entre jugadores. Al ser sustituido se llevó una de las ovaciones de la noche (habría que medir los decibelios para saber si el Bernabéu le aplaudió más a él o a Lamine.). Y ya en el banquillo se dedicó más a 'buscar' a los suplentes de la Roja que a seguir el partido. Al final del choque se las tuvo con Oyarzábal y hasta con Luis de la Fuente, debiendo intervenir Joselu para evitar que la cosa fuera a mayores.
Era la noche de Vinicius. Y el brasileño no defraudó: protagonizó su particular 'show', ese al que nos tiene acostumbrados a los que seguimos LaLiga de cerca. Pero no el 'show' que todos queríamos ver. No ese espectáculo que todos esperaban tras haber visto a un Vini extramotivado en la víspera, cuando no pudo contener el llanto en la rueda de prensa. El brasileño perdió una nueva oportunidad, una ocasión de oro, para dar credibilidad a su relato. Montó su 'show'. Pero no el que tocaba.
Deja una respuesta