En un partido que se anticipaba emocionante, el Almería, liderado por el experimentado entrenador Luis 'Paralotodo' Maximiano, ha logrado una victoria contundente frente al Rayo Vallecano, robándole la tranquilidad a los vallecanos en su propio feudo. Con un juego aguerrido y un fútbol de alta intensidad, los andaluces se llevaron los tres puntos en juego, dejando al equipo de Andoni Iraola con un sabor agridulce en la boca. La victoria del Almería supone un golpe duro para los intereses del Rayo en la lucha por la permanencia en LaLiga, y un gran impulso para los hombres de Maximiano en su búsqueda de la salvación.
El Almería de Maximiano roba la tranquilidad al Rayo en Vallecas
Que el Almería ya sea matemáticamente equipo de Segunda División no significa que vaya a regalar los puntos a sus rivales en lo que resta de Liga. Quedó claro este domingo en Vallecas, estadio que asaltó (0-1) para privar al Rayo de la tranquilidad de alejarse de la zona de descenso lo suficiente como para que la permanencia sea un hecho.
Bastó un solo gol, obra de 'Choco' Lozano, pero hicieron falta nada más y nada menos que 10 paradas de Luis Maximiano, un portero, el portugués, que demostró que él sí es de Primera aunque este curso haya estado en un equipo que ha perdido la categoría.
En cuanto echó a rodar el balón, se supo que el partido iba a tener ritmo alto, facilitado el mismo por un césped mojado por el que la pelota más que correr volaba. Como era de esperar, como fruto de ser el equipo que se jugaba algo en términos clasificatorios, el Rayo llevó la iniciativa en el juego.
Y mediado el primer acto empezó a intensificar su presencia en área rival, propiciando Álvaro García y Lejeune las primeras acciones de mérito del mencionado Luis Maximiano. Pero en lugar de acontecer el 1-0 sucedió la jugada que acabó convertida en 0-1. Pep Chavarría sufrió un cortocircuito en un saque de banda, Embarba cazó el balón suelto y se lo dio a 'Choco' Lozano para que éste, que acumula ya tres jornadas seguidas marcando, batiera a Dimitrievski en el mano a mano.
Fue en el minuto 30 y a pesar de que quedaba una hora por jugarse el tanteo del marcador ya no volvió a moverse.
Con Mumin y Lejeune bien en defensa, el Rayo se volcó completamente al ataque, cada vez más tal y como pasaban los minutos. Y fueron varias las ocasiones de gol de las que dispusieron el citado Lejeune, Álvaro García, RDT, Bebé y compañía. Pero una vez tras otra, hasta la última acción del partido, Luis Maximiano frustró a los jugadores de un Rayo que, paradójicamente, acabó perdiendo el que en realidad no fue uno de sus peores partidos con Iñigo Pérez en el banquillo.
8 puntos de renta tiene sobre la zona de descenso. Pueden valer para salvarse pero la permanencia todavía no es matemática.
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