De la madera al carbono y la goma EVA: así han evolucionado las palas de pádel
La evolución de las palas de pádel ha sido una transformación notable a lo largo de los años. Lo que solía ser un instrumento rudimentario hecho de madera ha dado paso a sofisticadas estructuras fabricadas con materiales como carbono y goma EVA. Esta transformación ha permitido a los jugadores experimentar mejoras significativas en su juego, gracias a la combinación de ligereza, resistencia y control que ofrecen las nuevas tecnologías. Las palas actuales incorporan innovaciones que optimizan la potencia en los golpes y reducen las vibraciones, proporcionando una experiencia más cómoda y eficiente en la pista. Sin duda, la industria del pádel ha sabido adaptarse a las demandas de los jugadores, ofreciendo palas cada vez más avanzadas y especializadas.
De la madera al carbono: la evolución de las palas de pádel en años
Esta semana se celebra el GNP México P1, el tercer torneo de la temporada Premier Padel 2024. Pero más allá de lo deportivo, esta prueba tiene un significado especial: la vuelta del pádel a sus orígenes. Y es que en Acapulco fue dónde nació el pádel el año 1969 de la mano de Enrique Corcuera, quien adaptó un terreno de su finca de 20 x 10 metros colocando paredes en los fondos y laterales creando así un nuevo deporte.
Cincuenta años más tarde, el pádel ha experimentado una evolución inmensa, siendo un deporte de masas en España y llegando a nuevos territorios con una clara tendencia hacia la expansión internacional. Practicantes de todo el mundo disfrutan jugando a pádel por su fácil aprendizaje, su diversión, su sociabilidad, etc. Y, sobre todo, porque es un deporte que engancha.
Dentro de este proceso, el deporte ha mutado en todos sus aspectos. Uno de ellos, sin duda, las palas. Las marcas de pádel se han esforzado en mejorar las palas e innovar año tras año con nuevos materiales y tecnologías para lograr la excelencia en sus productos para satisfacer a todos los jugadores, ya sean profesionales o amateurs.
La revolución tecnológica en las palas de pádel: de madera a goma EVA
Los mayores cambios de las palas de pádel son en la composición de materiales y su tecnología. Con los recientes avances tecnológicos se busca mejorar la calidad, el rendimiento y la durabilidad de las palas, ya que la exigencia de los usuarios y la competencia de las marcas hace que la evolución de las palas sea algo necesario.
En sus inicios, las palas de pádel estaban hechas de madera con agujeros y una superficie de juego bastante pequeña. Tenían un grosor mucho menor que el actual y, aunque eran más delgadas, eran mucho más pesadas, de unos 400 gramos. Eso se debía a que el material utilizado carecía de tecnología, lo que hacía que las palas fueran menos cómodas y manejables.
A partir de los años 80, las marcas empiezan a cambiar los materiales en la fabricación de las palas y substituyen la madera por la goma, más adelante goma EVA. Este cambio hizo que las palas redujeran su peso de manera considerable y ampliaran la superficie de impacto, siendo el tacto más suave, más cómodo y reduciendo las vibraciones por el impacto de la pelota con la pala.
Otro cambio importante en la evolución de las palas de pádel fue el grosor del perfil, que se pasó de 10 milímetros a 38 milímetros, lo que incrementó las prestaciones de la pala con más potencia, control y confort.
Posteriormente los materiales utilizados en las palas fueron el aluminio, la pintura de caucho y resina, el grafeno, el kevlar, el titanio… Pero sobre todo el carbono y la fibra de vidrio, que son los dos compuestos más adoptados en la fabricación actual. Estos dos compuestos son mucho más resistentes, soportan más el desgaste y los continuados impactos.
Actualmente, las marcas siguen impulsando nuevos conceptos en sus palas: rugosidades, sistemas antivibradores, nuevos patrones de agujeros, tecnologías para mejorar la aerodinámica. Además, otro de los objetivos clave, más allá de mejorar el rendimiento y la durabilidad, es reducir el impacto medioambiental con materiales y procesos de fabricación sostenibles.
Deja una respuesta