¿Conoces tus límites? Descubre los 4 tipos de resiliencia y averigua si te reconoces en alguna

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¿Conoces tus límites? Descubre los 4 tipos de resiliencia y averigua si te reconoces en alguna

En un mundo cada vez más dinámico y cambiante, la resiliencia se ha convertido en una habilidad clave para enfrentar los desafíos y obstáculos que se nos presentan. Pero, ¿realmente conoces tus límites y sabes qué tipo de resiliencia te caracteriza? La resiliencia no es solo una capacidad innata, sino que también se puede desarrollar y fortalecer. En este artículo, exploraremos los 4 tipos de resiliencia que existen y te invitamos a reflexionar sobre tus propias fortalezas y debilidades para descubrir si te reconoces en alguna de ellas.

¿Conoces tus límites? Descubre los tipos de resiliencia y averigua si te reconoces en alguna

Ante una situación difícil, hay personas que se retraen y no pueden manejarla; mientras que otras ven en la complicación o el trauma una oportunidad de crecimiento personal. Simplemente, son sujetos resilientes que no decaen y persisten ante una circunstancia adversa.

El problema es que la incapacidad para adaptarse a una situación difícil afecta a la salud mental e impacta en los niveles de estrés. En cambio, las personas resilientes pueden adaptarse a los cambios o recuperarse de un trauma, debido a que tienen una mentalidad positiva que las ayuda a amortiguar el estrés crónico que causa la situación y a mantener un estado de bienestar general.

Los cuatro tipos de resiliencia

Los cuatro tipos de resiliencia

Según Mayo Clinic, la resiliencia es la capacidad que tiene una persona de afrontar situaciones difíciles. Es aprender de los obstáculos y tomarlos como una oportunidad de crecimiento personal y bienestar.

Según los estadios, orígenes e implicaciones que tienen las situaciones, los expertos identifican cuatro tipos de resiliencia:

1. Resiliencia física

La resiliencia física tiene que ver con la forma de adaptarse a los cambios que enfrenta el cuerpo, entendiendo que se necesita prestar atención a seguir pautas de vida saludable, como descansar bien, mantener una dieta balanceada y nutritiva y hacer actividad física.

También se refiere a la forma en que afrontamos la recuperación de lesiones o enfermedades que afectan nuestro cuerpo. Según investigaciones, hay una relación directa entre la capacidad de resiliencia y un mejor estado físico. Dicho de otro modo, ser resiliente puede influir en un envejecimiento saludable.

2. Resiliencia social

¿Es posible traspasar el concepto de resiliencia individual a comunitaria o social? Pues sí. Se trata de una concepción colectiva en la cual se encuadra la capacidad de una comunidad de recuperarse de situaciones difíciles, como desastres, guerras y conflictos.

Una sociedad resiliente crea redes de cooperación y contención fuertes e interconectadas. Nuestro país es muestra de resiliencia social.

3. Resiliencia mental

Las personas con resiliencia mental son perseverantes y tienen determinación a la hora de solucionar conflictos, manteniendo siempre la flexibilidad y calma en momentos críticos. En suma, tienen una mentalidad positiva que les permite navegar los obstáculos de la mejor manera.

4. Resiliencia emocional

La resiliencia emocional muestra cuán importante es poder controlar las emociones, sobre todo en situaciones difíciles. Ser conscientes de nuestros sentimientos implica tener la capacidad de no abrumarnos ante emociones negativas como, ira, tristeza o miedo, y en cambio poder manejarlas sin sentirse abrumados por ellas.

Cómo aumentar la resiliencia

Si piensas que te faltan herramientas para ser resiliente, no te preocupes porque la resiliencia es posible desarrollarla. Pon a prueba estos consejos:

1. Toma medidas. No ignores los problemas o traumas, afróntalos y busca la manera de superarlos.

2. Aprende del pasado. Ten en cuenta cómo pudiste superar problemas del pasado. Piensa en patrones de conducta que no quisieras repetir y cuáles sí.

3. Ábrete al cambio. No puedes resolver el pasado, pero sí puedes hacer cambios para superar nuevos retos del presente y el futuro.

4. Atiende tus necesidades y sentimientos. Recuerda que la resiliencia no solo es emocional y mental, sino también física y social. Trabaja en los distintos aspectos que te hagan sentir más fuerte y seguro en todos los sentidos.

5. Conéctate con tu vínculo social. Construye relaciones fuertes y sanas que sirvan de contención, orientación y apoyo.

6. Haz que cada día te deje una sensación de éxito y propósito. Proponte metas alcanzables.

Recuerda que esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.

Daniel Ferrer

Hola, soy Daniel, experto en fútbol de El Rincón del Fútbol. Como parte de este periódico independiente de actualidad deportiva, me encargo de mantenerte informado sobre las últimas novedades del mundo del balompié con la máxima objetividad y rigurosidad. ¡Descubre conmigo todo lo que necesitas saber sobre el apasionante mundo del fútbol! ¡Bienvenidos a El Rincón del Fútbol!

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