La curiosa tradición de perder un número cada verano

La curiosa tradición de perder un número cada verano

En el mundo de la moda y la estética, existen costumbres y tradiciones que pueden parecer insólitas o incluso incomprensibles a primera vista. Una de ellas es la curiosa práctica de perder un número cada verano, que se ha convertido en una tendencia popular en algunos países. Esta extraña costumbre se basa en la idea de que, con la llegada del verano, es necesario renovarse y rejuvenecer no solo el estilo, sino también el cuerpo. ¿Cuál es el origen de esta tradición? ¿Qué beneficios se atribuyen a esta práctica estética? A continuación, exploraremos los detalles detrás de esta misteriosa costumbre que ha generado tanta curiosidad y debate en la sociedad.

El Espanyol ante el 'ritual' de perder un '9' cada verano: ¿será Braithwaite el próximo en marchar?

La dirección deportiva del Espanyol intensifica las negociaciones para atar los refuerzos necesarios para afrontar el regreso a Primera División con garantías. Uno de los retos es intentar mantener los referentes del equipo que logró el ascenso, los futbolistas imprescindibles en el once de Manolo González.

No será fácil, pues el propio CEO Mao Ye no descartó que se pudiera producir alguna venta de algún jugador importante este verano, temor que Fran Garagarza dejó caer en la presentación del técnico. Trabajaremos duro para que los importantes se queden con nosotros. Estamos abiertos a escuchar pero nos tenemos que hacer fuertes. El patrimonio de jugadores es fundamental y no podemos plantearnos que se vayan los importantes, porque igual los que traigamos no podrán ser de ese nivel posiblemente, avisó el 'capo' de la deportiva.

La tradición de perder a los delanteros

Uno de los jugadores sobre el que planean muchas incógnitas sobre su futuro es Martin Braithwaite. Le queda un año de contrato como perico, pero puede salir por una cantidad irrisoria tras lo pactado hace un año tras la 'espantada' de Marbella. ¿El pichichi seguirá o no en el Espanyol el próximo curso? Es la pregunta del millón, el gran temor de una hinchada perica, acostumbrada a perder '9' de quilates cada verano, una 'fea' práctica que repite el Espanyol en los mercados de verano.

No es una afirmación gratuita, pues el club blanquiazul ha vendido a sus '9' estrella en los últimos 7 años, durante los últimos siete mercados de verano, una 'fea' costumbre que se repite desde 2017.

En agosto de 2017, Felipe Caicedo se fue al Lazio a cambio de 2,5 millones de euros, montante muy inferior a lo que el presidente Chen quiso 'arañar' por el ecuatoriano. Un año después, en junio de 2018, fue el turno de Gerard Moreno, uno de los traspasos más traumáticos para el espanyolismo. Se marchó al Villarreal y dejó 20 'kilos' en las arcas pericas (la mitad de su cláusula), pues el club groguet ya tenía el 50% de sus derechos.

Al siguiente verano, en agosto de 2019, fue Borja Iglesias el que abandonó el club catalán rumbo al Betis, que abonó la cláusula íntegra de 28 millones a un Espanyol clasificado para la Europa League.

No acaban aquí la salida de delanteros del club perico en los mercados estivales. En los dos años siguientes los perfiles que 'volaron' fueron más bajos. Jonathan Calleri llegó para suplir al 'Panda' en 2019 y dejó la nave en agosto de 2020, mientras que Matías Vargas, que nunca acabó de dar su mejor versión, abandonó la entidad definitivamente en 2022.

Fue más que movido el mercado estival de 2022 y marcado totalmente por Raúl de Tomás, que salió por la puerta de atrás para irse al Rayo Vallecano en el último suspiro de la ventana de verano.

El último episodio de esta larga lista de delanteros que han dejado el Espanyol cada verano la firma Joselu Mato. Se fue cedido hace un año al Real Madrid, sabiendo que no regresaría al club catalán. Y hace apenas una semana el club merengue pagó la opción de compra de 1.5 millones para facilitar su salida al fútbol qatarí.

¿Será este verano Braithwaite el que protagonice la habitual salida del '9' perico? Muchas incógnitas y pocas pistas. El danés lanzó la bomba segundos después de atarse el ascenso, lanzando una pulla al club al recordar que no se había sentido valorado con la última propuesta de renovación, pero no cerró la puerta a continuar. el 'culebrón' de cada agosto está servido.