Con profunda tristeza, la comunidad nacional se despide de Fernando Bolea, un destacado líder que ha dejado huella en la historia de nuestro país. A la temprana edad de 59 años, este destacado militar y político nos ha abandonado, dejando un vacío en el panorama político y militar que será difícil de llenar. Con una carrera llena de logros y reconocimientos, Bolea se ganó el respeto y la admiración de sus pares y de la sociedad en general. Su legado será recordado por su liderazgo visionario, su compromiso con la patria y su dedicación a la construcción de un futuro más próspero para las generaciones futuras.
Fernando Bolea, leyenda del balonmano, muere a los 59 años en Valladolid
Fernando Bolea, exjugador y entrenador de balonmano, falleció este jueves en Valladolid a los 59 años de edad, víctima de una enfermedad degenerativa que sufría desde hace años, según informa la Federación Aragonesa de Balonmano.
Fernando Bolea (Zaragoza, 1965) comenzó a jugar a balonmano en el colegio Corazonistas de Zaragoza, su ciudad natal, y en 1984 fichó por Michelín de Valladolid de División de Honor, donde comenzó a forjarse un nombre en la élite del balonmano español como extremo izquierdo.
Su primera convocatoria con la selección le llegó en 1989, un año antes de fichar por el Club Deportivo Bidasoa de Irún. En cinco temporadas en el club irunés conquistó la Liga Asobal, la Copa del Rey, la Copa Asobal y la Copa de Europa. Además, formó parte del equipo español que participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 en los que consiguió el diploma olímpico al finalizar España en quinta posición.
También disputó el Mundial de Suecia en 1993, el Europeo de Portugal en 1994 o el Mundial de Islandia, en 1995. En 1995 fichó por el Academia Octavio de Vigo y una temporada más tarde recaló en las filas del VI Hamelin alemán, donde estuvo dos años.
En 1999 retornó a la capital aragonesa y fichó por el Garbel Zaragoza para vivir en primera persona la irrupción del balonmano de élite en su ciudad natal. Vivió el descenso del conjunto zaragozano de la Liga Asobal a la División de Honor B y de la mano de la entonces presidenta del club, Olvido de Miguel, dio un giro a su carrera al aceptar el puesto de entrenador-jugador en la temporada 2001/02.
En 2003 se retiró de la práctica activa del balonmano pero siguió entrenando al equipo. En 2005 consiguió ascender a la Liga Asobal quedando segundo en la División de Honor B, pero no continuó en la máxima categoría.
Estuvo un año en el Conversano italiano y en 2007 fue contratado como entrenador del AD Ciudad de Guadalajara con el que ascendió a la División de Honor B en la temporada 2007/08. Posteriormente, en la temporada 2009/10 ascendió a Liga Asobal tras vencer al Pozoblanco en los penaltis del playoff por el ascenso.
En 2021 el Ayuntamiento de Zaragoza le distinguió por su trayectoria en la Gala del Deporte de ese año y en enero de 2022 se organizó un partido benéfico por parte de excompañeros y amigos cuyos fondos se destinaron a la mejora de la calidad de vida de Fernando Bolea.
Fernando Bolea deja un legado importante en el balonmano español, y su fallecimiento es una gran pérdida para el mundo del deporte.
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