En el popular programa de citas First Dates, hemos sido testigos de múltiples historias de amor y desamor. Sin embargo, una participante en particular ha llamado la atención de la audiencia por su valentía y determinación. Protagonista de una emotiva y conmovedora historia, esta soltera de Zaragoza nos ha demostrado que el rechazo no es sinónimo de derrota. A pesar de las dificultades y las negativas, esta mujer ha demostrado que es posible levantarse y seguir adelante, sin dejar que el miedo al fracaso la detenga. ¡Conoce su inspiradora historia y descubre cómo su valor y perseverancia la llevaron a encontrar lo que buscaba!
La valiente soltera de Zaragoza que rechazó el rechazo en 'First Dates': ¡No llores!
Este viernes, el programa de citas 'First Dates' abrió sus puertas para presentarnos nuevas historias de amor. Entre ellas, destacó la cita entre Andrea, una funcionaria de 58 años, y Jaime, un DJ de 50 años, ambos de Zaragoza.
Andrea, una apasionada de los animales, busca un hombre divertido que le gusten las bromas y que le entre por el ojo. Por su parte, Jaime se define como una persona abierta y simpática.
La primera impresión
Las primeras impresiones fueron muy buenas. Es una chica muy maja, muy simpática, confesó Jaime nada más verla. A su vez, Andrea también confesó que le había entrado por el ojo.
Después de una breve presentación en la barra del restaurante, Carlos Sobera dirigió a la pareja a su mesa para que pudieran conocerse más íntimamente.
Un giro dramático
Sin embargo, la conversación dio un giro dramático cuando Jaime conoció la edad de Andrea. Me gustan más jóvenes, aseguró el soltero. Además, conocer que la soltera ya era abuela fue un obstáculo más.
La decisión
Finalmente, tuvieron que tomar una decisión. No tendría una segunda cita con Andrea, empezó diciendo Jaime, justo cuando se vio interrumpido por una simulación de llanto de Andrea: ¡No llores!, espetó, mientras la soltera se lo tomaba con humor.
No la tendría porque de primeras me ha faltado 'feeling', pero eres una tía genial, siguió. No tendría una segunda cita porque aunque eres mono y no hayamos reído, no eres lo que me gusta a mí, finalizó.
Andrea, lejos de sentirse derrotada, se rió de la situación y demostró ser una soltera valiente que no se rinde ante el rechazo.
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