Marina García, llegada al final de un recorrido iluminante y emocionante
Después de una trayectoria llena de logros y éxitos, Marina García ha llegado al final de un recorrido iluminante y emocionante, que ha marcado un antes y un después en su carrera. Con un legado que deja huella en el mundo del deporte, la atleta española cierra un viaje apasionante y glorioso, que ha sido testigo de su determinación y perseverancia. En este artículo, repasaremos los momentos más destacados de su carrera y reflexionaremos sobre el impacto que ha tenido en la sociedad.
Marina García, un legado de pasión y dedicación
La brillante carrera de Marina García como nadadora profesional ha llegado a su fin. La española, que ha sido una de las grandes líderes nacionales durante más de una década, ha decidido colgar los goggles y dedicarse a otros proyectos personales y laborales.
La decisión, según la propia Marina, la tomó hace dos o tres años, después de Tokio, cuando se dio cuenta de que quería estudiar tercero y cuarto de Fisioterapia y hacer las prácticas. Me he graduado ahora, dice con orgullo.
Una carrera llena de logros
Marina García ha sido una de las grandes referentes históricas de la braza española. Olímpica en Londres 2012 y en Tokio 2021, ha conquistado un bronce europeo en piscina larga y una plata y un bronce continentales en piscina corta. Nadó cinco Mundiales en piscina larga y dos en corta, convirtiéndose en una de las grandes referentes históricas de la braza española.
Su carrera ha sido llena de logros y éxitos, pero también de decisiones difíciles. Para hacer las prácticas tenía que dejar el deporte en segundo plano, no podía rendir bien en el agua porque mi actividad es algo muy cansado. Así que prioricé otras cosas que me hacían feliz, explica.
Un salto generacional
Marina García se dio cuenta de que había llegado un momento en el que no se sentía representada o identificada con su puesto en el panorama español, simplemente porque ya hay una generación muy joven. A mí me movía más mi generación, mis amigas, mi gente, reflexiona.
La decisión de retirarse también se debió a la falta de cultura de equipo en el panorama español. Cuando no hay una cultura de equipo muy grande cuesta más. Ya me costaba hacerlo en el club con gente más joven que yo, imagina con gente que no conozco, explica.
La vida después del deporte
Marina García tiene claro que su carrera como nadadora ha terminado, pero también que tiene mucho todavía por transmitir. Quiero pasar mi experiencia a otras generaciones. Me encantaría seguir ligada al club o a la Federació Catalana. Quiero estar en el ámbito de la natación, explica.
La española tiene un proyecto personal en el que quiere apostar por la prevención en el deporte y trabajar con equipos deportivos para hacer prevención de lesiones y readaptación. Es algo que se tiene muy olvidado en el deporte y más en la natación, explica.
Por ahora, Marina García se centrará en su carrera como fisioterapeuta y en su proyecto personal, pero no descarta la posibilidad de seguir ligada al mundo del deporte. Doy clinics y es mi manera de transmitir mi experiencia a la gente, pero mi idea es aprovechar mis estudios, cuenta.
La española ha escrito el punto final de su carrera como nadadora, pero una nueva aventura acaba de empezar. La Radikal ocean52 supondrá también una ocasión perfecta para concienciar sobre la prevención en el deporte y para compartir su experiencia con otros.
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