Joel Embiid y su lucha por la forma: ¡Perdió más de 10 kilos en su objetivo por el anillo!

Joel Embiid y su lucha por la forma: ¡Perdió más de 10 kilos en su objetivo por el anillo!

El pívot estrella de los Philadelphia 76ers, Joel Embiid, ha sorprendido a todos con su impactante transformación física. En su búsqueda por conquistar el anillo de campeón en la NBA, el jugador camerunés ha trabajado arduamente para mejorar su condición física, logrando una pérdida de peso de más de 10 kilos. Esta notable reducción de peso ha permitido a Embiid incrementar su velocidad y agilidad, convirtiéndolo en una amenaza aún más letal en la cancha. ¿Será esta la clave para que los 76ers logren el título este año? ¡Descubre más sobre la lucha de Embiid por la forma en este artículo!

Joel Embiid, la lucha por el anillo: ¡Perdió kilos para soportar la presión y las expectativas!

Aligerar el peso para soportar el de la presión, el de las expectativas, el de la historia reciente de los Sixers cargada cada vez con más drama. Joel Embiid, el MVP que nunca ha viajado más allá de las Semifinales de Conferencia en los playoffs, el gigante que no se desvirgó como ganador hasta el oro olímpico con el Team USA este verano a sus 30 años, prosigue con su conversión a campeón de la NBA tras aprender a ganar con Estados Unidos.

París llenó su alma pero ahora vacía su cuerpo: se presentó al Media Day más fino que nunca, “entre 11 kilos y 13 kilos menos” según la propia estrella. “Aún me queda mucho camino por recorrer. Todavía quiero perder más, pero es un proceso”, declaró Embiid, que pesaba 127 kilos la pasada temporada.

“Justo tras perder el año pasado, le envié un mensaje a Daryl Morey (presidente de operaciones de Philly) y era como “Tenemos que hacer lo que sea para estar seguro de que estoy sano en los playoffs. Es de todo lo que se trata este año”, agregó el camerunés en declaraciones recogidas por la ESPN.

Un sacrificio para rescatar a los Sixers

Justo en el día que fallecía Dikembe Mutombo, tan inspirador para el baloncesto africano y su creciente dominio en la NBA -Embiid es de África y otro MVP como Giannis Antetokounmpo tiene raíces nigerianas-, el pívot hacía una declaración para ser campeón. Lo del interior suena como un arrebato de rebeldía, de resistencia a resignarse a esa narrativa que parece escrita de antemano con el cuento de las lesiones del pívot cada campaña justo al llegar la fase por el título.

Sus rodillas le hacen sufrir -el pasado curso llegó muy apurado a playoffs tras una operación de menisco-, y ha decidido darles un respiro perdiendo peso para que le den tregua de una vez. Un determinado sacrificio para rescatar a los Sixers del oscuro túnel del tiempo en el que llevan atrapados, incapaces de despegarse de la nostalgia de los tiempos de Allen Iverson y las Finales de 2001 perdidas contra los Lakers de Shaq y Kobe, la última vez que Philly pasó de unas Semifinales de Conferencia.

“No hay agenda, no hay All Star, no hay All NBA, no hay nada de eso. Es lo que se necesita para asegurarme de que llegue al punto en el que esté listo porque básicamente cada año en mi carrera me he lesionado en los playoffs”, recalcó Joel Embiid.

Un equipo renovado para alcanzar el título

Con tal de acelerar el Proceso hacia el anhelado final feliz, el reputado Morey ha sudado de lo lindo en los despachos este verano: Paul George por cuatro años y 212 millones y la millonaria renovación que merecía Tyrese Maxey, ese hiperactivo y fugaz chiquillo de rizos cuya alegría despoja a la desencantada parroquia de Philly del trauma en el puesto de base de los últimos tiempos.

Ben Simmons y su renuncia a ser una estrella para luego mofarse de los Sixers, James Harden y su desplante a Daryl Morey y, antes ese Jrue Holiday que Philly traspaso o ese Markelle Fultz que extrañamente perdió su mecánica de tiro. Luego, con más razón, el aficionado de Philly todavía fantasea con que Iverson salte a la cancha y se ponga a hipnotizar y cautivar con sus crossovers cada vez que el ‘3’ asiste a los partidos.

Junto a un trío de estrellas que impone, un conjunto de actores de reparto como los recién incorporados Caleb Martin, Reggie Jackson y Eric Gordon y la renovación de un sabio y astuto campeón NBA como Kyle Lowry. Más Nick Nurse y toda su ingeniería táctica, más conocida por la plantilla en el segundo año. Con el ex técnico de los Raptors fomentando su papel de creador de juego más la llegada de George, los Sixers han hecho todo lo posible para descargar de responsabilidad a Embiid.

Ahora es el propio pívot el que lo está haciendo. Pasar hambre para saciar su hambre y el de toda una ciudad de campeonato.