Un clásico momento olímpico: el oro y una abeja: el sorprendente incidente que interrumpió el triunfo de un atleta
En el mundo de los deportes, existen momentos que se quedan grabados en la memoria de los aficionados para siempre. Uno de esos instantes fue el sorprendente incidente que tuvo lugar en una de las competencias más importantes del planeta: los Juegos Olímpicos. En una de las pruebas más emocionantes, un atleta se encontraba a punto de alcanzar la cima del éxito, el oro olímpico, cuando de repente, un inesperado visitante se interpuso en su camino. Una abeja, que parecía haber surgido de la nada, se convirtió en la protagonista indeseada de un momento que jamás será olvidado.
Un clásico momento olímpico: abeja interrumpe el triunfo de un atleta en busca del oro
La abeja que cambió el curso de la historia
Imagina que llevas 4 años trabajando para lograr el oro olímpico en tiro con arco, y en el momento decisivo, en plenos Juegos Olímpicos de París 2024, cuando hay más presión en tus dedos para dar en el blanco, una abeja se posa en tu mano. Eso es lo que le ocurrió en dos ocasiones a Corea del Sur, en la lucha por el oro del equipo masculino y femenino. Y la reacción de los dos arqueros fue tan inesperada como increíble.
La mala suerte con las abejas para Corea del Sur llegó en las semifinales por equipos masculinos, ante China. Kim Je-Deok tenía que realizar sus tiros finales, y por lo tanto, cruciales para el desenlace del choque. El primer set había quedado en empate, Corea ganó el segundo set, y finalmente, por lo que el tercer set era fundamental para pasar a la final.
A Je-Deok le quedaban solo dos flechas y, en un momento de máximos nervios, se percató de la presencia de una abeja. Intentó molestarla para apartarla. Y cuando estaba a punto de tirar, la abeja se puso en su mano izquierda, con la que sujetaba el arco.
La sorpresa llegó después. Ni se inmutó. Lanzó y no solo lo hizo bien. Lo hizo perfecto. Dio en el blanco para sumar un impoluto 10.
El conjunto surcoreano ganó ese cara a cara y se plantó en la final, donde dominó por 5-1 ante Francia para que Corea del Sur lograra el oro por terceros Juegos Olímpicos seguidos.
La reacción de Je-Deok
La tiradora hizo un 9 cuando la abeja se posó en su mano
Regresando a la reacción que tuvo Je-Deok, con un tiro de 10 pese a la abeja que se le puso encima de la mano, hay que destacar lo que pensó en ese instante el deportista y sus pulsaciones.
A Kim y a sus compañeros le habían colocado un monitor de frecuencia cardíaca para medir su pulso en ese choque. Ahí viene otra de las sorpresas: su pulso se mantenía normal, en unas 80 pulsaciones por minuto pese a los teóricos nervios del momento y la presencia del insecto.
Eso tiene una explicación: los arqueros surcoreanos están entrenados psicológicamente para no distraerse ante cualquier imprevisto o situación en el momento del tiro. Llueva, nieve o truene, su pulso se mantiene bajo, con nervios de acero, para dar en el blanco.
Cuando la abeja se puso en mi mano me dije. 'Esto son los Juegos Olímpicos y no puedes bajar los brazos'. Tenía una fuerte determinación para tirar, finalizó Je-Deok.
La abeja vuelve a aparecer en la final femenina
Pero la cosa no quedó ahí. Corea del Sur tuvo que encontrarse con otra abeja en su camino hacia el oro por equipos femenino de tiro con arco.
Un vídeo de una de las arqueras surcoreanas se hizo viral porque en una gran abeja se posó en su mano izquierda. Se trataba de la igualadísima final ante China. Justo en ese momento, consciente de la presencia del insecto, la arquera lanzó su flecha. Cualquier podía pensar que el tiro habría sido un desastre. Todo lo contrario. Firmó un 9 y Corea del Sur se llevó también el oro por equipos femenino en dicha disciplina olímpica batiendo en la final a China por un ajustado 5-4. Un fallo en esa flecha podía haber sido crucial. No erró.
La tiradora hizo un 9 cuando la abeja se posó en su mano
La sorprendente reacción de los arqueros surcoreanos ante la abeja que se posó en su mano es un ejemplo de la determinación y la concentración necesarias para alcanzar el éxito en los Juegos Olímpicos.
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