Título reescrito: La DGT impone costosas etiquetas medioambientales, ¿y tú debes pagar los cambios?
En un movimiento que ha generado gran polémica en el sector del automóvil, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido implementar etiquetas medioambientales que clasificarán a los vehículos según sus emisiones contaminantes. Esta medida, que busca reducir la huella de carbono en el parque automovilístico español, tiene un precio: los conductores deberán abonar los costos de los cambios necesarios para adaptarse a las nuevas normas. La pregunta que muchos se hacen es: ¿quién debe pagar el precio de esta medida medioambiental? En este artículo, analizaremos las implicaciones de esta decisión y qué significa para los dueños de vehículos.
La DGT impone costosas etiquetas medioambientales: ¿quién pagará el precio del error?
En 2016, la Dirección General de Tráfico (DGT) publicó las etiquetas medioambientales que clasifican cada coche según el grado de contaminación que emiten. Las clasificaciones son B, C, Eco y Cero, y los vehículos que no tienen etiquetas se clasifican como A. Sin embargo, recientemente se han percatado de un error en la clasificación que puede afectar a miles de vehículos mal etiquetados.
Error en el etiquetaje medioambiental: conductores deben pagar los costes de la corrección
La DGT ha reconocido un error en el etiquetaje de algunos vehículos. Si este hecho, de por sí, es una mala noticia, hay una peor: los costes para cambiar el etiquetaje van a tener que ir a costa de los conductores, ya que la DGT no se va a hacer cargo de las consecuencias económicas derivadas de este error.
Pero, ¿cuál es este error en el etiquetado medioambiental de los vehículos? La cuestión es que el correcto etiquetaje de un coche tiene que tener en cuenta la fecha de matriculación del vehículo, pero también el grado Euro de emisiones máximas. Este segundo requisito es el que se ha pasado por alto en muchos etiquetajes que se han clasificado de forma errónea.
Los criterios iniciales de etiquetaje que siguió la DGT para clasificar los vehículos entre las distintas etiquetas disponibles fueron:
- Sin etiqueta (A): Vehículos de gasolina anteriores a 2001 y diésel anteriores a 2006.
- Etiqueta B: Vehículos de gasolina a partir de enero 2001 y diésel enero 2006.
- Etiqueta C: Vehículos de gasolina a partir de enero 2006 y diésel septiembre 2015.
- Etiqueta Eco: Vehículos híbridos no enchufables y vehículos de gas como GNC o GLP.
- Etiqueta Cero: Vehículos eléctricos e híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía.
Los costes de este error de la DGT van a tener que ser costeados por parte de los conductores. Para una correcta clasificación de los vehículos, también se debía tener en cuenta la normativa Euro, que tiene en cuenta las emisiones de cada vehículo. Estos son los nuevos criterios de etiquetaje:
- Etiqueta B: Vehículos diésel que cumplen con la Euro 4 y Euro 5 y vehículos de gasolina que cumplen con la norma Euro 3.
- Etiqueta C: Vehículos diésel que cumplan con la norma Euro 6 y vehículos de gasolina las normas Euro 4, Euro 5 y Euro 6.
Para cambiar el etiquetaje de tu vehículo para que mejore su clasificación medioambiental, se requiere de un certificado de emisiones que se debe pedir al fabricante en un concesionario. Este trámite puede costar entre 100 y 150 euros. Además, una vez en posesión de este certificado, hay que acudir a una Jefatura de Tráfico para actualizar los datos técnicos en el Registro de Vehículos, otro trámite que tiene un coste de 8,67 euros, según ha informado ‘El Confidencial’.
Es importante destacar que los conductores serán los que deberán asumir los costes de este error, lo que puede generar un gran impacto económico en muchos hogares.
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