Título de la noticia: El Fútbol Club Barcelona muestra disciplina en sus partidos: igual número de faltas cometidas ante Getafe y Girona
El Fútbol Club Barcelona ha demostrado una notable disciplina en sus últimos partidos, lo que ha permitido al equipo culé mantener una estabilidad en su juego. En los enfrentamientos contra el Getafe y el Girona, el Barça ha cometido un igual número de faltas, lo que denota una gran madurez en el terreno de juego. Esta situación es un reflejo positivo de la labor del entrenador y de la concentración del equipo en mantener una buena conducta durante los partidos. Esta disciplina es fundamental para alcanzar el éxito en la competición y mantener la confianza del equipo.
El Barça, líder en disciplina en la Liga
Mucho se ha hablado de las virtudes del Barça de Flick que saltan a la vista: la verticalidad, la presión alta, la defensa adelantadísima, la mayor velocidad de balón y, también, ese hambre por querer marcar siempre un gol más. Pero consumida una quinta parte de la Liga, cabe destacar una faceta insólita que no gana partidos pero que prestigia al club: las pocas faltas que comete el Barça.
Mejor dicho, las poquísimas faltas que se le pitan en contra. El promedio, en Liga, es de ocho faltas cometidas por partido. Pero es que en el derbi catalán fuera de casa, el Barça ganó 1-4 en Girona y solo cometió cuatro faltas. Y, de nuevo, en casa ante el Getafe, el rival más quisquilloso en lo que va de temporada, otra vez el Barça solo cometió cuatro faltas.
La clave: defender bien sin faltas
No es que, de pronto, el arbitraje español se haya vuelto permisivo, es que cuando un equipo defiende bien, con las líneas juntas, restringiendo espacios al rival, automáticamente tiene que recurrir menos a la falta de cualquier tipo: la táctica, la de marcar el territorio o, sencillamente, cuando se llega tarde.
La gracia, por ejemplo, de la presión alta para recuperar el balón cerca de la portería rival es hacerlo sin falta. Cuando, con 0-0, Lamine Yamal le saca el balón por detrás a David López en Montilivi, lo tiene que hacer con la precisión de un cirujano. El defensa fue honesto y no se fue al suelo, simulando una falta, porque sencillamente el robo fue de manual de la perfección.
Un equipo que se rige por las reglas
Como consecuencia, el número de tarjetas amarillas (12 en 7 jornadas) es bajo en términos absolutos, pero alto por el escaso número de faltas cometidas. Eso sí, Pau Víctor y Raphinha la han visto ya por protestar.
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