En la era de la tecnología y la vigilancia, es importante estar consciente de los dispositivos que nos rodean y nos controlan. ¿Sabías que en tu ciudad hay ocho tipos de radares que te están vigilando mientras conduces? La mayoría de ellos están diseñados para multarte, pero hay uno que se diferencia del resto. En este artículo, te revelaremos los secretos detrás de estos dispositivos y te mostraremos cómo funcionan. No te enterarás de que estás siendo vigilado, pero con esta información, podrás conducir con más seguridad y evitar posibles multas.
Descubre los tipos de radares que te controlan en tu ciudad
Seguramente ya estarás más que apercibido que circulando por tu ciudad estás constantemente rodeado de controles policiales, pero ¿sabes cuántos tipos de radares te “amenazan”? Vamos a conocerlos y distinguirlos.
La tecnología civil sigue avanzando a buen ritmo. Nace principalmente en los avances que se producen en la industria militar y aeroespacial, para pasar décadas más tarde a nuestro entorno doméstico.
Algunos de estos avances ya forman parte de nuestras vidas y ya no podemos prescindir de ellos, pero otros han llegado para “amargarnos” la existencia, como los radares, que los hay de muchos tipos en nuestras carreteras. Y esto no ha hecho más que empezar…
Tipos de radares que te pueden multar en tu ciudad
Actualmente la tecnología empleada en los radares de velocidad es la más sofisticada que podamos hallar en nuestras ciudades. Así, están dotados de emisores de ondas de diferentes frecuencias, cámaras lectoras de matrículas con reconocimiento de caracteres, ópticas con visión infrarroja que no necesitan del tradicional flash y hasta con micrófonos direccionales de elevada sensibilidad.
Los más sofisticados ya cuentan con sistema láser, los más eficaces y efectivos en cualquier situación, que combinados con sistemas de grabación en video de alta definición, son el arma definitiva para cazar al infractor.
Radar de punto
El más usual. Es un dispositivo compuesto por un emisor de ondas y una cámara fotográfica de alta resolución y velocidad. Calcula en milisegundos la velocidad del vehículo y si es excesiva dispara una foto del vehículo y de su matrícula, evidentemente.
En ámbito urbano pueden multar por sobrepasar los 50 km/h o los 80 km/h en una ronda de circunvalación. Algunos de estos radares están indicados, pero la gran mayoría no lo están.
Radar de punto en zona escolar
Con velocidad máxima de 30 km/h. Idéntico al radar de punto convencional con la diferencia de que su límite de velocidad es de 30 km/h o inferior, por lo que hay que estar muy atento. Y es que circular a 50 km/h en lugar de los 30 obligatorios, significa una infracción grave.
Suele estar indicado acompañado de una señal de zona escolar.
Radar de punto pedagógico
El radar que no multa. El funcionamiento es idéntico al de cualquier radar de punto, por ondas y cámaras, pero se añade un indicador luminoso -unos metros después del radar- con la velocidad detectada en los vehículos que pasan frente al radar, con los dígitos en rojo si es excesiva y en verde si es correcta.
Lo malo es que este tipo de radares se desdoblan en dos, los que no multan y los que multan, pero no se indica… ¡Así que cuidadín! Estos radares no se anuncian.
Radar de tramo
El que más se está extendiendo. Aquí ya entramos en otro terreno, porque ya no se trata de frenar cuando pasas por delante del radar y ser legal 5 segundos, para luego volver a delinquir acelerando.
Aquí se mide la velocidad en un tramo de carretera o ronda, no en un único punto. Con un juego de cámaras al principio y al final del tramo controlado, leen y comparan matrículas de todos los vehículos, y calculan el tiempo invertido en recorrer el tramo.
Si tardas menos de lo que toca (la ecuación distancia/tiempo=velocidad) entonces se dispara automáticamente la multa. Este no se puede detectar pero se avisa de su ubicación con grandes carteles.
Radar de semáforo
Conocidos como foto rojos. Aquí también hay cámaras fotográficas pero no hay emisores de ondas. Se trata de los conocidos “foto rojo”, “radares” que están sincronizados con la luz roja del semáforo.
Cada vez que el semáforo cambia a rojo –no en naranja- el aparato realiza dos fotos consecutivas en las que se aprecia el semáforo y la luz roja encendida, y los vehículos que están detenidos o los que no han respetado el rojo.
Radar de control de ZBE
Son cámaras lectoras de matrículas. Con la llegada de las Zonas de Bajas Emisiones llegan los métodos de control. Y se realizan con cámaras lectoras especiales capaces de leer las matrículas.
Están instaladas tanto en el interior de las ZBE como en los accesos a las ZBE. O sea que si vas por una ronda y entras en la zona de bajas emisiones, hay una cámara para controlar tu matrícula y comprobar que realmente puedes circular por esta zona.
Radar láser
Lo último en control policial, como el TruCam II. Este tipo de radar portátil y de poco tamaño es el más caro y sofisticado.
Suele ser empleado por los agentes de la ley como unidades móviles que colocan en diferentes puntos de las ciudades, a discreción y sin un “calendario” específico, ya que puede ser escondido fácilmente por su pequeño tamaño y reducido peso.
Radar de ruido
La siguiente avanzadilla. Es lo último en control policial y ya se está aplicando en algunos países europeos. Consiste en un “radar” dotado de tres o cuatro micrófonos direccionales de alta sensibilidad, apuntando en todas las direcciones, más una cámara de alta resolución.
Cuando los micrófonos detectan un vehículo cuyo nivel sonoro sobrepasa el umbral máximo establecido, la cámara graba al infractor. De momento no han llegado a nuestro país, pero no tardarán en hacerlo.
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