- Taliban impone restricciones draconianas a las mujeres en Afganistán, prohibiendoles trabajar, estudiar y moverse libremente en un golpe a su libertad y derechos humanos
- Afganistán bajo el yugo: Talibanes imponen restricciones draconianas a las mujeres
- La ley de la Virtud y el Vicio
- Restricciones para las mujeres
- Restricciones para los hombres
- Medios de comunicación y sharia
Taliban impone restricciones draconianas a las mujeres en Afganistán, prohibiendoles trabajar, estudiar y moverse libremente en un golpe a su libertad y derechos humanos
En un golpe devastador a la libertad y derechos humanos de las mujeres en Afganistán, el régimen talibán ha impuesto restricciones draconianas que les prohíben trabajar, estudiar y moverse libremente. Estas medidas coercitivas y opresivas buscan silenciar y someter a la población femenina del país, negándoles el acceso a oportunidades básicas como la educación y la participación laboral. La comunidad internacional observa con preocupación y condena estas acciones que violan flagrantemente los derechos humanos fundamentales de las mujeres afganas, y exige que se tomen medidas urgentes para proteger sus derechos y libertades.
Afganistán bajo el yugo: Talibanes imponen restricciones draconianas a las mujeres
El Gobierno de facto de Afganistán ratificó una ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, que obliga al uso del velo para cubrir el rostro de mujeres, y condena el sonido en público de la voz de mujer como una falta contra la modestia, implementando la interpretación más rigurosa de la ley islámica.
La ley relativa al Ministerio de la Virtud y Vicio fue ratificada anoche por el Emirato Islámico de Afganistán, como se denomina el régimen de facto de los talibanes, confirmaron este viernes a EFE fuentes oficiales de los talibanes.
La ley de la Virtud y el Vicio
La ley de 35 artículos, que EFE ha podido leer, contiene cuatro capítulos que abordan cuestiones como el velo integral o hiyab para mujeres, la vestimenta de los hombres, y regulaciones de los medios de comunicación.
De acuerdo con esta ley, el Ministerio -para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio- está obligado a ordenar el bien y prohibir el mal (.) y también es responsable de la paz y la fraternidad entre la gente, indicó el portavoz del Ministerio de Justicia, Barkatullah Rasooli, en una declaración publicada hoy por el canal afgano Tolo News.
Restricciones para las mujeres
En el artículo que se refiere al hiyab, la norma establece como necesario que las mujeres se cubran el rostro y el cuerpo para evitar causar tentación, y evitar el sonido en público o de la voz en alto de mujeres, incluyendo cantar, recitar, o hablar frente a micrófonos.
Asimismo prohíbe a los conductores transportar mujeres adultas sin un tutor masculino legal. La implementación de la sharia y el hiyab es nuestra línea roja. No podemos negociar con nadie sobre estos asuntos, dijo en una reunión con las autoridades el ministro de la Virtud y el Vicio, Mohammad Khalid Hanafi, según Tolo.
Restricciones para los hombres
Para los hombres, el artículo 22 prohíbe o condena el uso de corbata, afeitarse o recortar la barba por debajo de la longitud de un puño o peinarse, como violaciones de la ley islámica.
Medios de comunicación y sharia
La norma tiene también provisiones generales sobre los medios de comunicación y su obligación de adaptarse a la sharia, y la prohibición de humillar o insultar a los musulmanes, así como incluir imágenes de seres vivos.
De acuerdo con los talibanes, la norma está hecha en concordancia con la sharia islámica y Hanafi, una de las cuatro principales escuelas de jurisprudencia islámica sunita.
Aunque para algunos analistas, los talibanes no siguen una escuela jurídica específica, sus interpretaciones y aplicación de la ley islámica se basan en gran medida en el Hanafi, su enfoque es más estricto y fundamentalista.
A pesar de que gran parte de las prohibiciones relacionadas a mujeres o la vestimenta se han ido implementado en el país desde que los talibanes volvieron al poder, hace exactamente tres años, esta ley supone la uniformidad y el rigor del castigo para imponer su cumplimiento.
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