Simone Biles muestra su humanidad: se desequilibra en la barra de equilibrios y Alice D'Amato consigue el oro en el gimnasio
En un giro inesperado de los eventos, la gran gimnasta estadounidense, Simone Biles, ha demostrado que incluso las leyendas del deporte pueden tener un mal día. Durante la competencia de la barra de equilibrios en el gimnasio, Biles se desequilibró y cayó del aparato, lo que le costó la oportunidad de obtener el oro. Sin embargo, esta inédita situación abrió la puerta para que la italiana Alice D'Amato se llevara la medalla de oro, en lo que se considera una de las sorpresas más grandes del campeonato.
La incomparable Simone Biles se desequilibra en la barra de equilibrios y Alice D'Amato se alza con el oro olímpico
Alice D'Amato ha conquistado el oro olímpico en barra de equilibrios, mientras que Simone Biles, la gimnasta tejana, se cae de la barra perdiendo así la posibilidad de sumar sus 9 medallas de oro y entrando en el olimpo de las diosas.
En el podio, Alice D'Amato se lleva el oro, seguida de la plata para la china Zhou y el bronce para la italiana Manila Espósito. La brasileña Rebeca Andrade, que tenía muchas expectativas, queda cuarta, justo por delante de Simone Biles.
La gimnasta tejana se ha caído de la barra de equilibrios en la búsqueda de su cuarto oro, en un ejercicio tan complicado y que en esta competición ha sido terrible. Simone tenía que hacer otro planchado cuando cayó, puso mal el pie izquierdo, y se hizo humana. Su puntuación fue de 13.100, quedándose fuera del podio.
Era la primera vez en estos Juegos Olímpicos que veíamos a Simone triste, decepcionada con su ejercicio por ese desequilibrio que le hizo perder el control. Había entrado con seguridad en la barra, queriendo proseguir con su camino de dominio absoluto, pero se ha contagiado de una competición con muchos fallos.
Simone domina con tanta superioridad el Arena Bercy de Paris que hasta ahora competía contra sí misma. La brasileña Rebeca Andrade recibió la misma ovación en el Bercy que Simone. Pero fue la italiana D'Amato, elegante y majestuosa, la que demostró que la plata de Italia por equipos no ha sido una casualidad.
La china Yaqin Zhou, subcampeona mundial, se presentaba con un ejercicio precioso de una dificultad extrema para abrir la competición, pero en un salto con giro aparentemente sencillo tuvo que poner las manos (14.100 de puntación). Sunisa Lee se cayó del aparato, esa barra de 10 centímetros, tan complicada, resbalándose. Daba de bruces contra el suelo. Ni siquiera la pirueta invertida de la salida le devolvió la sonrisa.
La brasileña Julia Soares actuaba en ese primer grupo de cuatro, debutando en los JJOO y también perdió el equilibrio pisando el tapiz. La italiana Manila Esposito entraba con mucha seguridad. Con 17 años, la napolitana salvaba un desequilibrio después de una rueda lateral sin manos y cerraba el aparato cuadrando una salida preciosa. La puntuación, 14.000, no le permitía superar a Zhou.
Sabrina Maneca-Voinea, la quinta participante, perdió el equilibrio tras la primera pirueta, hasta en dos ocasiones perdió el control en la barra, esta gimnasta rumana que cuadro un final precioso pero con dos caídas se te viene el mundo encima.
La sexta en entrar en esta final tan complicada era la italiana Alice D'Amato, que empezaba haciendo buenos saltos, con un mortal adelante bonito, elegante y acabando muy bien su rutina con dos giros y medio sublime. Seguridad en todos los elementos, con acrobacia y sobre todo con una elegancia artística que le hacía brillar. La puntación de esta gimnasta (14,366) le daba una nueva medalla a Italia. La de oro. Porque Simone Biles y Rebeca Andrade no pudieron superarla.
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