Simone Biles conquista el primer oro en París con un Team USA dominador

Simone Biles conquista el primer oro en París con un Team USA dominador

En un día histórico para el deporte estadounidense, la gimnasta Simone Biles lideró al Team USA hacia la consecución del primer oro en los campeonatos mundiales de gimnasia celebrados en París. La dominadora performance de la selección americana no dejó lugar a dudas sobre su condición de favorita, y la figura estelar de Biles fue la clave para alcanzar este importante logro. Con su característica precisión y elegancia, la gimnasta de 25 años demostró una vez más por qué es considerada una de las mejores de todos los tiempos. El título obtenido por el Team USA es solo el comienzo de lo que se espera sea una serie de éxitos para la delegación estadounidense en este importante evento.

Simone Biles conquista su quinto título olímpico con el dominante Team USA en París

Ocho años después de los cuatro oros que la entronizaron en Río 2016 como la gimnasta del siglo XXI, Simone Biles ya tiene el quinto título olímpico en su poder. Como estaba previsto, el poderoso Team USA de gimnasia femenina arrasó en la competición por equipos, dejando a mucha distancia a Italia, plata, y a Brasil, bronce.

Atrás queda definitivamente el difícil interludio de Tokio, donde unos problemas de inseguridad en las acrobacias derivados de su salud mental le impidieron aumentar su colección dorada y la llevaron a una larga ausencia de dos años de las competiciones. Nunca se rindió, solo necesitaba un tiempo para serenarse y volver más fuerte. Por el camino se casó con el jugador de fútbol americano Jonathan Owens, reorganizó sus prioridades y recuperó la seguridad en sí misma y con ella la voracidad competitiva.

Cuando Biles es realmente Biles, está a otro nivel. Es más dinámica, potente, elástica y segura que cualquier rival, tanto que intimida. Incluso se permitió un bostezo delante de la cámara en plena final. Estaba relajada, con autoconfianza. Y en estas condiciones, la americana es letal. Y sus compañeras de equipo configuran un auténtico Dream Team.

Las estadounidenses marcaron territorio desde la primera rotación que les correspondió, el salto. Con Biles de locomotora, 44.100, abriendo hueco ya respecto a China (42.666) e Italia (41.665). En la segunda, lidiando con las asimétricas, el único aparato en el que Simone jamás ha conseguido un oro olímpico ni mundial, continuó el rodillo USA, dejando a Italia más de tres puntos atrás mientras errores en la barra de equilibrio penalizaban a las chinas. A medio camino del oro.

En la traicionera barra de equilibrios Jordan Chiles tuvo un desliz, pero de inmediato acudió al rescate la vigente campeona olímpica de este aparato, Sunisa Lee, con una rutina fantástica de enorme dificultad. Biles remachó a continuación pese a un leve desequilibrio. Italia, un poco más lejos. Gran Bretaña, tercera, a casi cinco puntos.

A EE.UU. le quedaba solo el suelo, quizá el mejor aparato de Biles, que cerraba esta rotación final. Lee y Chiles le pusieron el broche de oro en bandeja y ella lo rubricó a lo grande, con un ejercicio de máxima dificultad que mereció la mejor nota de la tarde (14.666). Las galácticas americanas recogían un oro al que estaban predestinadas. Las italianas, primeras de las humanas, plata, y bronce para Brasil, que en el último suspiro rebasó a Gran Bretaña.

El de Estados Unidos es un equipo muy consolidado y con muchas fortalezas. Biles es la líder natural y la mayor (27 años), pero Suni Lee (21) es la lugarteniente perfecta, como ya demostró en Tokio cuando, en ausencia de Simone por sus problemas de salud mental, asumió galones y ganó el oro en all around, el que corona a la gimnasta más completa de unos JJ.OO. Jordan Chiles (23), una todoterreno, y Jade Carey (24), oro en suelo en Tokio, son complementos muy sólidos y fiables. Y la suplente, Hazly Rivera, de solo 16 años, apunta a un brillante futuro.

Es además un conjunto multirracial: Biles y Chiles son de raza negra, Carey es blanca y rubia, Lee es de ascendencia hmong, procedente de Laos, y Rivera tiene ancestros dominicanos. Y su química, de la mano del ‘efecto Biles’, es indudable, arrastrando a ‘celebrities’ de toda procedencia, desde la ex tenista Serena Williams a la actriz Natalie Portman o el presidente de la FIFA Gianni Infantino, hasta el Omnisports de Bercy.