La famosa competencia deportiva del maratón Big Sur de California se vio empañada por un inesperado suceso, cuando un tramo de la ruta se desprendió y cayó al mar. Este incidente, que sorprendió a participantes y espectadores por igual, generó un momento de incertidumbre y preocupación en medio de la celebración. Las autoridades locales rápidamente acudieron al lugar para evaluar la situación y garantizar la seguridad de los presentes. Afortunadamente, no se reportaron heridos en este incidente, aunque sí provocó la interrupción temporal de la competencia y la necesidad de realizar trabajos de reparación en la zona afectada. Este inusual acontecimiento sin duda quedará marcado en la historia del maratón Big Sur como un recordatorio de la imprevisibilidad de los eventos en un entorno natural tan desafiante como es la costa californiana.
Desplome en el maratón Big Sur: tramo de la ruta cae al océano
Un pequeño tramo del recorrido del Big Sur International Marathon se ha precipitado sobre el océano. Las autoridades del evento, que se celebrará el día 28 de abril en el condado de Monterey -localizado en la costa del Pacífico-, han informado del incidente en su propia página web.
El motivo del desplome del trozo de asfalto y roca caído al mar ha sido un deslizamiento de la tierra en la autopista 1, cerca de la localidad de Rocky Creek.
A falta de solo tres semanas para celebrarse el evento, la organización está buscando una posible solución. “El suceso aún está muy reciente y estamos en comunicación con las autoridades locales para conocer el alcance de los daños y las posibles soluciones”, explican.
El Big Sur International Marathon, que se celebra desde hace cuatro décadas y tiene cada año a miles de participantes, continúa a la espera de dar una solución a sus participantes. De momento, al lugar del incidente, a poco más de media milla del puente Bixby, tan solo pueden acceder los operarios que están trabajando en la carretera.
Hablamos de una prueba que transcurre íntegramente por la autopista CA 1, desde Big Sur hasta Carmel, y cuyo pintoresco recorrido, bordeando el mar, cruzando puentes y disfrutando del oleaje rompiendo en las rocas, lo convierten en una prueba con gran atractivo para sus participantes.
Precisamente uno de los puntos más icónicos del recorrido se sitúa en el puente Bixby, a menos de un kilómetro del lugar del suceso, sobre el ecuador del trazado, donde en cada edición se ubica un pianista con esmoquin para dar un concierto al paso de los corredores.
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