Diego Pablo Simeone llegó al Atlético de La capital española a fines de 2011 para crear desde ese momento un aparato enormemente competitivo. Nuestros entrenadores examinan su planteo, con una enorme variación en la temporada 2020/21 en etapa protectora.
3 pronósticos del Atlético vs. Barca
Hay un 32% de opciones de que esto ocurra. ¿Por qué razón?
De las últimas cinco ocasiones que los del Cholo se han enfrentado a los blaugranas, 2 terminaron con victoria colchón. Una en 2020 por 1-0 y la mucho más reciente en 2021 por 2-0.
No hay corazón entre Félix y Simeone
“Joao (Félix) crea opinión y siempre y en todo momento hay un enfrentamiento, no es exactamente lo mismo con (Matheus) Cunha, (Álvaro) Morata, Griezmann o ( Ángel) Correa (…) Debo seleccionar el aparato en función de lo que está exponiendo en el entrenamiento. Que él sea un sustituto no se habla del sistema. Requerimos que todos sean buenos a fin de que el colectivo se favorezca”, soltó Simeone, en el mes de octubre. El DT argentino antes había dejado otro encargo al luso con la oración: “El talento no es bastante, es necesario personalidad y empuje que le apoyen”.
Las señales de separación determinante entre Simeone y Félix es evidente desde hace ya tiempo. “Estoy preocupado, pues creí que con Joao era un castigo (como una parte de) una relación de padre y también hijo. Pero en este momento no lo creo. La sensación es que algo está roto, esto llegó al máximo”, ha dicho Paulo Futre, en el software de radio El Larguero, este mes de octubre. Podemos destacar que Futre es un ídolo en Atlético de La capital española y Portugal.
“Un añito en el infierno” la campaña que logró compensar los pésimos desenlaces del Atlético de La capital española.
En el año 2000 el Atlético de La capital española bajaba por segunda vez a la historia en 2ª división, instante en que el club tomaba la resolución de ofrecer una vuelta a su comunicación, el paso inicial fue hacer una campaña de propaganda con el propósito de eludir el descenso de ventas de abonos y no perder una parte de su afición gracias a la catástrofe del descenso. Esta campaña, llamada “Un añito en el infierno”, cuyo letrero mostraba su mejor delantero (Kiko) rematando un balón entre llamas, dio como resultado un incremento de los abonados de un 68%, marcando un punto de cambio en la narración de la comunicación en el campo deportivo digno de estudio en academias y universidades.