Cada 4 años, la Copa del Planeta de Fútbol de la FIFA es el espectáculo deportivo mucho más visto, todos y cada uno de los medios emiten sus imágenes a todos y cada uno de los rincones del mundo a fin de que la gente se emocionen con cada partido. No obstante, no sucede lo mismo con la liga femenil, ¿por qué razón?
Nos atrae el fútbol por el hecho de que lo comprendemos como homónimo de alegría
“El fútbol no da resoluciones a los inconvenientes, pero sí alegrías. Y de ahí que, la sociedad se lo agradece de forma muy desprendida. Es un campo, un planeta, al que se le disculpa todo” (Alfredo Relaño, directivo períodico deportivo).
Bastante gente mencionan al fútbol como un estado anímico, algo mucho más que un deporte y de este modo lo prueban las aficiones acompañando a su aparato, si bien el resultado no sea siempre y en todo momento el aguardado. Esto sucede desde los “equipos con estrellas futbolísticas” hasta los equipos de sobra baja categoría.
De ahí que, uno de las ventajas sicológicos que tiene un aficionado al fútbol, es la asociación que hacemos con los instantes de alegría.
Protección a prueba de roces
Tanto en peces como réptiles, las escamas tienen la esencial función de ofrecer protección plus al cuerpo del animal, muy probablemente esto se deba al hecho de ser animales expuestos a permanentes roces como en la situacion de los peces y medios extremos, hostiles e inclusive espinosos como en el de los réptiles. Sea como fuere, las escamas no solo representan un mecanismo de protección física, sino más bien asimismo térmica, mucho más aún para los réptiles que no tienen un mecanismo de termoregulación propia, necesitando preservar la mayor cantidad viable del calor absorbido a lo largo del día.
En contraste a los peces, en los que las escamas son totalmente independientes entre sí, las escamas a los réptiles se desarrollan con apariencia de un tejido con protuberancias que cubre absolutamente al animal, como el exoesqueleto de los artrópodos . Gracias a esto, en todo el desarrollo y la vida adulta de los réptiles, se hace precisa la muda de toda la cubierta de escamas, tanto para aceptar su expansión hacia las novedosas dimensiones del animal, para al cuidado en oposición al deterioro que asimismo experimenta, desarrollo que en los peces pasa de manera sin dependencia para todas sus escamas.