¿Por qué se estableció la regla de que solo pueden participar en los Juegos Olímpicos atletas de fútbol menores de 23 años?
La regla de edad en el fútbol olímpico es una de las más polémicas y menos entendidas en el mundo del deporte. Sin embargo, pocos saben que esta norma tiene un fondo histórico y un propósito específico. La restricción de edad se implementó para dar oportunidades a jugadores jóvenes y prometedores de demostrar su talento en la más alta competencia internacional. Pero, ¿qué fue lo que motivó a la FIFA y al Comité Olímpico Internacional a establecer esta regla? En este artículo, exploraremos los antecedentes y razones detrás de esta decisión y cómo ha afectado el desarrollo del fútbol olímpico.
La paradoja del fútbol: ¿por qué los Juegos Olímpicos imponen un límite de edad para sus jugadores?
Históricamente, los Juegos Olímpicos han sido una de las citas más importantes en la historia para todas las disciplinas deportivas. Para todas excepto para el fútbol. Es algo paradójico que el 'deporte rey' no tenga tanta relevancia en los Juegos, pero es que las plantillas de las selecciones masculinas están condicionadas.
Los países deben llevar equipos conformados por jugadores sub-23, con la excepción de tres jugadores mayores de esta edad, algo que no ocurre en ningún otro deporte. Pero, ¿de dónde viene esta norma?
Historia detrás de la regla
Para conocer su origen debemos remontarnos bastante atrás en el tiempo, a un conflicto de intereses de los JJOO y la FIFA. La primera ocasión en la que el fútbol formó parte de manera oficial de unos Juegos Olímpicos fue en Londres 1908, año en el que no había ningún tipo de limitación.
El torneo fue un éxito y se convirtió en la competición más importante de balompié a nivel mundial. La FIFA estuvo involucrada en el campeonato desde un principio, permitiendo a las federaciones participar en el evento. Más tarde terminaría organizándolo en los Juegos de 1924 y 1928, considerándose los primeros 'Mundiales', ganados por Uruguay en ambas ocasiones.
El cambio en 1930: debido al éxito que estaban teniendo estos torneos internacionales, la FIFA decidió crear su propia competición: la Copa del Mundo tal y como la conocemos hoy en día. Esto provocó que en Los Ángeles 1932 no se disputase el fútbol.
El balompié regresó a los Juegos Olímpicos en Berlín 1936, pero los países fueron obligados a llevar únicamente jugadores amateur, evitando así que el Mundial de la FIFA perdiese el protagonismo que había obtenido.
Todas estas restricciones provocaron que el interés por el deporte rey perdiese gran parte de su interés en los JJOO. Con el paso de los años y la mayor profesionalización del mundo del fútbol la normativa terminó cambiando, volviendo a estar Los Ángeles como ciudad protagonista.
Tras una reunión entre el COI y la FIFA la regla volvió a ser modificada en 1984, y todas las confederaciones excepto la UEFA y la CONMEBOL pudieron volver a llevar profesionales sin restricciones. En realidad, europeos y sudamericanos también pudieron hacerlo, pero solo a futbolistas que no hubiesen disputado mundiales.
El cambio definitivo: el cambio definitivo tal y como lo conocemos hoy en día terminó llegando en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, considerados los primeros JJOO modernos. Tras una nueva conversación entre COI y FIFA se estableció que lo mejor para el espectáculo y para que ambas partes terminasen conformes sería limitar la edad de participación a jugadores de 23 años o menos, con la posibilidad de incluir tres futbolistas mayores de esta edad.
La decisión supuso un relanzamiento del torneo masculino, además de un escaparate de futbolistas emergentes llamadas a marcar una época.
Pese al acuerdo entre ambas partes y la total aprobación de la FIFA, los Juegos Olímpicos no forman parte del calendario oficial de la máxima entidad del fútbol a nivel mundial. Es por ello que los equipos, a diferencia de lo que ocurre cuando sus futbolistas juegan durante los parones de selecciones o campeonatos continentales, pueden vetar su participación en este torneo.
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