¿Por qué puedo dar positivo en un test de alcoholemia si no he bebido alcohol? Algunas sorprendentes razones detrás de esta contradicción

¿Por qué puedo dar positivo en un test de alcoholemia si no he bebido alcohol? Algunas sorprendentes razones detrás de esta contradicción

La alcoholemia es un tema que genera gran interés y preocupación en la sociedad, especialmente entre los conductores. Sin embargo, existen situaciones en las que un individuo puede dar positivo en un test de alcoholemia, incluso si no ha consumido alcohol en absoluto. Este fenómeno puede ser confuso y generado inquietud, pero existen sorprendentes razones que explican esta aparente contradicción. En este artículo, exploraremos algunos de los factores que pueden llevar a un resultado positivo en un test de alcoholemia, sin que haya habido consumo de alcohol previo.

El cuerpo produce alcohol sin bebida: descubre el raro síndrome que hace que algunos personas den positivo en un test de alcoholemia

¿Cómo es posible dar positivo en un test de alcoholemia sin consumir alcohol? El cuerpo humano, incluso en condiciones normales, produce pequeñas cantidades de alcohol debido a la fermentación de bacterias y levaduras en el intestino. Esta producción mínima de etanol no suele ser suficiente para dar positivo en un test de alcoholemia. Sin embargo, existen casos excepcionales que desafían esta lógica.

Casos inusuales

En 2019, un hombre de 40 años en Brujas, Bélgica, fue multado y condenado por conducir bajo los efectos del alcohol. Tres años después, volvió a dar positivo en dos accidentes de tráfico, a pesar de afirmar no haber bebido. Las pruebas indicaban niveles de alcohol en sangre equivalentes a consumir entre 8 y 14 copas.

El hombre, convencido de su inocencia, logró que tres médicos independientes demostraran que padecía el síndrome de autocervecería (Auto-Brewery Syndrome, ABS), un trastorno que hace que su cuerpo produzca alcohol en grandes cantidades al fermentar los azúcares de los alimentos. El juez lo absolvió.

Otro caso similar se presentó en EE.UU., donde un hombre de 25 años presentó síntomas de embriaguez sin consumir alcohol, según un informe en la revista 'CG Case Reports Journal'. Su esposa había notado que se comportaba como borracho tras beber solo una o dos cervezas, y en ocasiones, incluso sin beber.

El Síndrome de la Autocervecería

Las pruebas revelaron niveles elevados de ácido láctico y una concentración de alcohol en sangre de 0,3 g/dL. Su esposa compró un alcoholímetro y constató que su nivel de alcohol en sangre oscilaba entre 0,04% y 0,07% sin beber. Durante los episodios de embriaguez, su nivel superaba el 0,2%. Fue diagnosticado con el síndrome de autocervecería.

El síndrome de autocervecería o síndrome de fermentación intestinal es un trastorno raro en el cual las levaduras y bacterias intestinales producen alcohol en cantidades significativas. Esto se ve exacerbado por una dieta alta en azúcares y carbohidratos, y puede verse influido por el uso de antibióticos que alteran el equilibrio intestinal.

La proliferación excesiva de levaduras como 'Candida' y 'Saccharomyces', o bacterias como 'Klebsiella pneumonia' y 'Enterococcus faecium', es la causa subyacente.

Aunque el síndrome es más común en personas con condiciones como diabetes, obesidad o enfermedad de Crohn, también puede presentarse en individuos sanos.

Tratamiento y Prevención

El tratamiento incluye antibióticos o antifúngicos y una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas. Eliminar los azúcares de la dieta reduce la fermentación y, por ende, la producción de alcohol en el intestino. Los probióticos también pueden ser útiles para equilibrar la microbiota intestinal, aunque aún no existe un protocolo estandarizado para su uso en estos casos.

Es importante considerar el síndrome de autocervecería en pacientes con altos niveles de alcohol en sangre que niegan haber consumido alcohol. No obstante, es esencial descartar otros posibles trastornos psiquiátricos y el consumo encubierto de alcohol antes de llegar a esta conclusión.

Este raro síndrome nos recuerda la complejidad del cuerpo humano y cómo procesos internos pueden imitar efectos de sustancias externas, como el alcohol.

Importante: Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.