Estadio San Siro/ Fuente Externa
Roma.- La Liga Italiana de Fútbol, bajo presión del gobierno, decidió ayer sábado achicar a 5.000 espectadores la aptitud máxima en los estadios de la Serie A para las jornadas 22 y 23, en instantes de repunte de la pandemia del Covid-19.
Campaña de abonos
La hemorragia de la que charlamos se puede tapar a partir de dinero. O explicado de otra forma: de restar dinero. No hay particular singularidad, sino más bien rebaja, en el hatajo útil para atestar un estadio. Si mañana llegas a Italia por trabajo o pues vas a Erasmus, vas a poder comprar un abono por 206,95 euros. Las medias marchan igual que en aquella escena donde están el Rey y su criado en el comedor y el dueño se come 4 pollos al paso que el siervo solo mira. La estadística afirma que cada uno de ellos se ha comido 2 pollos, pero la verdad sabe que uno tiene apetito y el otro está empachado. Los números comentan que por un billete amarillo (200 euros) y varias monedas se puede gozar de la Serie A en directo. De ese billete sobran 50 euros si se desea abonar al Cesena o Sassuolo, estos 2 equipos tienen los abonos mucho más económicos: 150 euros. Con estos costes, las entradas por partido están a razón de ¡8 euros!, un número nada lujosa.
En cambio, va a hacer falta algo mucho más de 2 billetes amarillos para comprar un abono en el segundo anfiteatro del fondo del Juventus Stadium. Los logros de deportes encarecen el producto, como es natural. La Juventus no experimenta las dificultades de sus oponentes en su flamante estadio y puede posibilitarse subir su abono mucho más económico hasta los 440 euros. No obstante, el mucho más costoso no es de La Vecchia Signora, sino más bien del Cavaliere. Tienen la posibilidad de llegar a pagarse hasta 4.600 euros por un abono a San Siro para poder ver el Milan. Los rossoneri proponen toda clase de lujos: desde estacionamiento en el estadio hasta caterín, quizás este desembolso integre el acompañamiento de players y sirvientes ventando. Ahora tenemos la posibilidad de imaginar a Silvio.
El llamado ‘aspecto campo’, atribuido por fuerza que emiten los apasionados al grupo local, continúa en los estadios de fútbol si bien no acojan espectadores gracias a la pandemia. De esta manera lo refleja una investigación estadístico con datos de ligas expertos de europa.
Para los fanaticos del deporte, jugar como local o como visitante siempre y en todo momento se ha comprendido como un factor diferencial, en tanto que el acompañamiento de la afición favorecía al grupo de casa y contribuía al popular ‘aspecto campo’.
Gracias a las medidas de distanciamiento popular provocadas por lapandemia, los campos se quedaron vacíos. No obstante, esta poco afortunada situación ha servido para hacer estudios y comprobaciones que de otra manera habrían sido inpensables.
Los seguidores: el ansia de ayudar a la pista a conocer a sus equipos
Los players deberán habituarse y buscar componentes adjuntado con el plantel técnico que estimulen l adrenalina y la concentración. Por ahora la pelota no se detendrá y va a ser su trabajo como expertos del deporte quien va a deber dar de comer, sin el estímulo de seguidores atronadores, la ambición por competir y cumplir los objetivos de los clubs que representan.
No obstante, quienes combaten un ámbito mucho más complejo son los entusiastas que nutren el espectáculo. La pregunta aparece de cara a un potencial retorno del público a la pista, situación que va a poner en prueba el choque entre el miedo a ayudar a un acontecimiento de público masivo y el ansia de concurrir nuevamente a la pista.
Nero Azurro: Internazionale di Milano
El Internazionale di Milano (Inter) se encuentra dentro de los equipos de Milán. Su camisa es negra y azul, de ahí que le llaman Nero Azurro.
Soy Interista desde niño, por herencia familiar. Ver partidos con mi padre es algo que mucho más disfruto comunicar con él.