Pogacar ataca a Vingegaard y ya lidera el Tour, en la gran victoria de Vauquelin.
En un día que será recordado en la historia del Tour de Francia, el joven ciclista esloveno Tadej Pogacar lanzó un ataque contundente contra el hasta entonces líder, Jonas Vingegaard, y logró arrebatarle el liderato de la general. La gran victoria del día fue para el francés Michael Storer, quien se impuso en la etapa con llegada en alto, pero el verdadero protagonista fue Pogacar, quien con su ataque demostró que está dispuesto a luchar por la victoria final en el Tour. Con esta jugada, Pogacar se coloca como el nuevo líder de la carrera, y Vingegaard se ve obligado a buscar la forma de recuperar el liderato.
Vingegaard resiste a Pogacar y lidera el Tour, Vauquelin gana la segunda etapa
¡Hay Tour de Francia! Jonas Vingegaard ha acabado de un plumazo con las dudas que había acerca de su rendimiento en el Tour, después de que llegara en principio justo de forma al inicio de la carrera, sin tiempo de probarse en competición tras la horrible caída en la Itzulia el pasado mes de abril.
El danés, ganador de las dos últimas ediciones del Tour, respondió a la perfección el duro ataque de Pogacar en el segundo ascenso a la Basílica de San Luca, pegándose a su rueda, en una clara muestra de que su estado de forma es el óptimo a la espera de cómo pueda comportarse cuando llegue la alta montaña.
Por delante de ambos rodaba dejándose el alma el corredor francés Kévin Vauquelin, integrante de la fuga inicial de diez corredores que como manda los cánones del ciclismo fue perdiendo unidades a medida que se acercaba la meta y el esfuerzo se notaba en sus piernas. Una fuga inicial en la que también estaba el español Cristián Rodríguez, compañero de Vauquelin en el Arkéa.
No está mal el inicio del Tour para el ciclismo francés, con las victorias el primer día de Romain Bardet y hoy de Kévin Vauquelin. Dos de dos.
Una etapa con sabor a clásica
La segunda etapa de la 111ª edición del Tour de Francia, tenía un claro sabor a clásica, con seis ascensiones puntuables, que en verdad eran siete, marcada de nuevo por el calor y en la que todo el mundo esperaba qué iba a suceder en el circuito de Bolonia con la doble ascensión a San Luca, subida clásica en el Giro dell'Emilia, en la que Roglic había vencido tres veces y en la que Enric Mas también ganó en el 2022.
En el primer paso por meta los escapados tenían un margen de 4'37 con el grupo de los notables y en la primera subida el equipo Visma de Vingegaard dio una lección de cómo hay que correr en equipo. Hasta tres de los compañeros de Vingegaard se pusieron en cabeza del grupo de los elegidos, protegiendo a su jefe de filas y en cierta forma también castigando a sus rivales.
Intentaron también lo mismo en la segunda ascensión, pero en esta ocasión el compañero de Pogacar Adam Yates se dejó ver liderado este grupo de notables, entre los que se descolgaban Geraint Thomas y Thomas Pidcock entre otros.
El momento más esperado
La presencia de Adam Yates fue un visto y no visto. En uno de los tramos de menor dureza, 10%, Pogacar lanzó un ataque muy violento por la izquierda, que respondió bien y al instante Vingegaard. La colocación del danés fue clave. Pogacar lo intentó todo. Se dejó el alma en este movimiento, pero aparentemente Vingegaard no notaba el latigazo y se pegaba a su rueda con facilidad.
Coronaba Pogacar San Luca por delante de Vingegaard y le pedía a Jonas que colaborara y le pasara. Al principio se lo pensó y después ambos se fueron directos hasta la bella ciudad de Bolonia, tratando de hacer daño a sus principales rivales.
Se lo hicieron a Roglic, pero no a Evenepoel y Carapaz, que enlazaron con ellos en la recta de meta. Primeros fuegos artificiales en el Tour de Francia tras los cuáles Pogacar se viste ya con el maillot amarillo. Decía el director deportivo del UAE Emirates Joxean Fernández Matxin que no les obsesionaba vestirse rápido de amarillo. Ahora ya lo lucen, sólo falta cómo lo defienden.
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